El primer paso en el emprendimiento ambiental

Datos aportados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente sitúan en 25.000 millones de euros anuales la contribución de la economía verde al total del PIB, identificando además a España como el cuarto país de la Unión Europea donde más empleo verde se crea en pequeñas y medianas empresas.

Sin ser previsiblemente tan optimistas, creo que todos estaremos de acuerdo en que una economía baja en carbono y una apuesta clara por el apoyo al desarrollo de proyectos de marcado carácter ambiental puede suponer una oportunidad en la deseada búsqueda de cambio hacía un modelo productivo más racional y eficiente.

En este escenario, toma especial protagonismo el emprendimiento y la consolidación de empresas verdes, dos aspectos que son más presente que futuro y que vienen a confirmar que éste es un sector de oportunidades y en el que hay mucho por hacer.

Reflexionaba sobre estas y otras cuestiones cuando pensaba en resumir en un solo post los primeros cinco años del Instituto Superior del Medio Ambiente y me venían a la cabeza personas y proyectos que conocimos entonces y que nos acompañan ahora. Soñadores que hoy me sirven de ejemplo para poner de manifiesto la ingente cantidad de talento que atrae el sector ambiental y los muy interesantes servicios que el profesional del medio ambiente es capaz de ofrecer.

Servicios como los que prestan Virginia Martín y José Luis Canga en Abaleo, una consultora que nacía en 2010 y que en solo cinco años ha conseguido posicionarse como claro referente en materia de Análisis de Ciclo de Vida y Ecodiseño, entre otras disciplinas y campos de especialización. O los que ofrece Alfonso Martínez y su equipo en materia de Educación y Evaluación Ambiental, diseñando programas de vigilancia ambiental en proyectos y obras y desarrollando estudios de flora y fauna en toda la geografía nacional.

Conocimos así a Alberto Gómez, CEO de Ephymera Sostenibilidad, creador de Event Sost, y principal responsable de que el mundo de los eventos haya incorporado la sostenibilidad como variable obligada en la planificación, ejecución y cierre de cualquier actividad. También a Javier Cejudo, un ingeniero industrial enamorado de la bioconstrucción que ideó y creó, junto a su socio Juan José Campos, el concepto Xiglú a partir de una edificación pasiva de energía casi nula y gasto mínimo de climatización.

Por aquellas fechas dimos también forma a los primeros Desayunos de Emprendedores del Sector Ambiental, cita imprescindible hoy en la agenda de muchos profesionales y escenario que nos permitió poner también cara a David Álvarez, Javier Martínez Molina, Alejandro Maceira y tantos otros que empezaban a encarar primeros pasos de proyectos hoy tan consolidados como Ecoacsa, Ecogestiona o el portal de referencia del sector en habla hispana, iAgua. Iniciativas que muchos pensarán tardaron poco en consolidarse como referentes en este sector pero que son el fruto y la consecuencia de años de esfuerzo, constancia y sacrificio. Empresas y proyectos promovidos por emprendedores y profesionales y muestras en definitiva que permiten pensar en éste como un sector dinámico y generoso en la ejecución de proyectos creativos. Empresas que, con toda su complejidad, comenzaron su andadura en momentos de mucha incertidumbre y partiendo de, con seguridad, muy pocos recursos.

En el horizonte inmediato tenemos también las incipientes Megara Energía y Objetivo Cero, una cooperativa energética y una consultora especializada en RSC, innovación y sostenibilidad que han visto recientemente la luz lideradas por Fernando Rubio y Raquel Gómez respectivamente. Proyectos que, junto a otros muchos que seguro han surgido y surgirán en este 2015, nos ayudarán a constatar que éste es un sector activo y diverso en el que cada día surgen nuevos proyectos y en el que queda mucho por hacer.

Decía Lao Tzu que un viaje de 1.000 millas empieza con un único paso. Y yo, que ni soy filósofo ni creo que tenga una especial visión para los negocios, me quedo con la cantidad de proyectos que nos ha permitido conocer ese primer paso y la cantidad de nuevas iniciativas que seguro verán la luz en los próximos meses en este interesante ecosistema emprendedor. Un ecosistema del que difícilmente seríamos parte si no hubiéramos decidido empezar a andar.