¿Te imaginas abrir el grifo y que no saliera agua o que no fuera potable? Aunque parezca difícil de creer, diversos estudios afirman que cientos de millones de personas no disponen de agua potable en su casa y que dos de cada tres vivirán en países con estrés hídrico para el año 2025 debido, principalmente, al aumento de la población mundial, los patrones de consumo y el cambio climático.
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) anuncia que los recursos de agua dulce están disminuyendo rápidamente y que las consecuencias de la escasez del agua serán graves para nuestra salud. De hecho, la disponibilidad del agua, su gestión sostenible y el saneamiento universal es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
En anteriores artículos de Hablando en Vidrio hemos hablado de huella hídrica y de “ecoinventos” con el agua por protagonista. En este post toca hablar de los 5 retos del agua en la actualidad, para ello tenemos la suerte de contar con la colaboración de David Escobar, socio de iAgua, medio de comunicación relevante dentro del sector del agua, que nos dará su opinión experta sobre este tema.
El equipo de iAgua. David Escobar, socio fundador, es el tercero por la izquierda.
Acceso al agua y al saneamiento
El primer reto asociado al agua no puede ser otro que incrementar la cobertura del acceso a agua y saneamiento en el mundo. Según datos de Naciones Unidas 1.200 millones de personas no tienen acceso a agua potable y 2.300 millones de personas viven sin acceso a un saneamiento digno.
A pesar de que el avance ha sido grande durante los últimos años debido a los esfuerzos realizados en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 continúan incorporando este reto. La falta de acceso a agua y saneamiento repercute directamente en la dignidad de las personas. Es un drama.
Imagen de Markus Spiske vía Unsplash.
Gestión del agua en la agricultura: triángulo agua, energía y alimentación
Como se cita en el comienzo de muchas publicaciones “el agua es un elemento esencial para la vida”. Es esencial para hidratarnos y asearnos, pero también es imprescindible para diferentes usos que dependen directamente de ella.
La agricultura es el primero de ellos. Es herramienta fundamental para la seguridad alimentaria de una población que alcanzará los 8.600 millones de personas para 2030 y 9.800 millones en 2050, según datos de Naciones Unidas.
Asimismo, es un motor fundamental para el desarrollo económico. En 2014 el Banco Mundial señaló que la agricultura suponía un tercio del PIB mundial. Esta agricultura generadora de seguridad alimentaria y prosperidad económica depende directamente de la disponibilidad del agua. En zonas áridas y semiáridas, la agricultura de regadío juega un papel fundamental y su gestión es clave para su buena productividad.
Además, por si fuera poco, el agua es imprescindible para la generación de electricidad. Esta interrelación construye una ecuación que, con una previsión de incremento poblacional y de reducción de disponibilidad de los recursos hídricos debido a los efectos del cambio climático, se dispone como uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo.
Reto tecnológico
La transformación digital es un hecho en nuestras vidas y el sector del agua no es ajeno a esta revolución. En los últimos años ha normalizado el uso de conceptos como Big Data, Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas o Realidad Aumentada y los está empleando en su camino hacia la excelencia.
El uso de la tecnología está modificando el negocio tradicional y generando nuevos modelos para las entidades y profesionales del sector que estén preparados para minimizar los posibles riesgos y aprovechar todas las oportunidades que se están generando.
Cambio climático
El cambio climático es un hecho científico constatable del que ya estamos comprobando sus consecuencias. En el ámbito del agua, la disponibilidad de agua dulce será cada vez menor y más desigual, incrementando la presencia de fenómenos extremos como inundaciones y sequías.
En este escenario, y teniendo en cuenta las previsiones de incremento poblacional concentrado principalmente en las grandes urbes, es necesario establecer políticas enfocadas a una mejor gestión de los recursos hídricos. Resulta imprescindible una apuesta firme por la gobernabilidad del agua en todos los ámbitos.
Comunicación
La comunicación juega un papel esencial en la divulgación y generación de conciencia sobre toda la problemática anteriormente mencionada. En la mayor parte de los países desarrollados los ciudadanos abren el grifo y dejan escapar el agua por el desagüe sin preguntarse de dónde viene o a dónde va y qué esfuerzos ha requerido para ello. En iAgua somos testigos de la existencia de entidades y profesionales que dedican recursos e ingenio a este cometido. Espero que cada vez seamos más contribuyendo a superar este importante desafío y participando en espacios como Hablando en Vidrio.
