No hay duda de que queremos un mundo más limpio y sostenible, pero vivimos inmersos en una rutina tan llena de prisas que no sabemos ni por dónde empezar.
Os propongo algunos gestos que no son una renuncia a la comodidad y que suponen una verdadera revolución medioambiental.
1-No tirar tanta comida.
Cada año un tercio de los alimentos que se producen en el mundo se desperdician. Esto equivale a unos 1.300 millones de toneladas de comida que se estropea durante la distribución o por despilfarro en los países ricos.
Cada europeo tiramos 179 kilos de comida al año. Cada español, una cantidad de alimentos que equivale a 250€ al año.
Para no contribuir al dispendio es buena idea priorizar el consumo de productos locales y de temporada. Así evitamos que se estropeen durante el traslado y gran parte de la emisión de CO2 a la atmósfera derivada del transporte. Os enlazo una lista con las frutas de temporada y otra con las verduras.
Si vamos a un restaurante y no terminamos el plato podemos pedir que nos lo envuelvan para llevar a casa. En España nos parece inapropiado hacerlo, como si fuera una falta de educación. En otros países, como México, es de lo más habitual que el camarero sugiera al comensal esta posibilidad. En casa, si no hemos calculado bien la ración, podemos repetir menú durante algunos días o rehacemos el plato de manera imaginativa.
2-No usar bolsas de plástico
Su vida útil es de unos 12 minutos, pero pueden tardar siglos en degradarse. Cada año se consumen en el mundo 500.000 millones de bolsas de plástico, unos 8.000 millones en Europa. Cada uno de nosotros usamos una media de 198 bolsas al año. Solo una pequeña parte se reciclan. Muchas acaban en los océanos, contaminando las aguas y matando a alrededor de 100.000 mamíferos marinos que las confunden con comida.
La costumbre de llevar una bolsa de tela o reutilizable a la compra está cada vez más extendida, pero aún hay veces que se nos olvida o nos da pereza. Lo ideal es llevar siempre una en el bolso, tengamos previsto ir de compras o no.
3- El mejor embalaje es el que no existe
Para evitar generar residuos lo mejor es rechazar los embalajes absurdos. Para evitarlo es buena idea comprar a granel y llevar nuestros propios envases para la fruta, verdura, granos e incluso la carne, el queso o el pescado. Al principio cuesta un poco que el dependiente admita guardar el género en el recipiente, pero lo importante es que el mensaje se oiga hasta que se normalice esta costumbre.
Algunas empresas también están poniendo de su parte y trabajan en crear ecodiseños para los envases, es decir, embalajes más sostenibles y con menos impacto ambiental. Las compañías españolas han conseguido reducir el peso de los envases en un 17%, lo que ha permitido ahorrar 444.000 toneladas de materias primas.
4-Usar vidrio en vez de plástico
En España el sistema de reciclaje de vidrio funciona mejor año tras año gracias al compromiso de la ciudadanía. Reciclamos el 70% de los envases y la tendencia va al alza. El año pasado cada español llevó al contenedor unos 59 envases de vidrio. De esta manera hemos evitado la emisión de 485.000 toneladas de CO2 a la atmósfera, lo que equivale a plantar más de medio millón de árboles.
5-Reciclar
No solo el vidrio, también los envases y el papel. Cada uno de nosotros generamos unos 480 kilos de basura al año. Pese a que hemos aumentado el porcentaje de toneladas recicladas a un 27%, todavía depositamos alrededor del 60% en vertederos, según estadísticas de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
6-Comer menos carne
Consumimos al año 60.000 millones de animales, casi 10 veces la población humana en un año. Aún así, y aunque no sea necesario consumir tanta carne, la demanda sigue creciendo. La ganadería intensiva que se practica para satisfacer esta exagerada demanda contamina mucho. Genera más del 14 % de las emisiones de efecto invernadero causadas por el hombre, según la FAO. Además, un tercio del total de los cultivos se usan para alimentar al ganado.
Esta manera de criar animales hace cada vez más profunda la brecha entre el hombre y el animal. La desconexión con la naturaleza es tal que nos es sencillo cerrar los ojos y tratar al ganado como un producto sin vida.
Por eso, os propongo no solo reducir el consumo de carne, también que la cuando lo hagamos provenga de la ganadería extensiva, que tiene en cuenta el bienestar animal y compatibiliza la producción con la sostenibilidad.
7-Ahorrar energía
Usar bombillas LED es una gran inversión. Consumen un 85% menos de energía y duran 20 veces más que las incandescentes. Otra manera de ahorrar es evitar el stand by. Cuando los aparatos están en reposo, pero encendidos siguen gastando energía. Podemos evitar desperdiciarla apagándolos cuando no los usamos. Para que esta tarea no sea un engorro, un truco es enchufarlos a una regleta y apagarla cuando no los usemos. Si cada uno de los 16,8 millones de hogares que hay en España evitáramos desperdiciar energía por stand by, se ahorraría en energía el equivalente al consumo total anual de 3.700 hogares en un año.