Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los compromisos derivados de las cumbres del clima celebradas en París (2015) y Marrakech (2016), han sentado las bases para luchar de forma oficial y efectiva contra el cambio climático. El objetivo es resolver los retos actuales porque ya están configurando el futuro de nuestro planeta.
En Ecovidrio damos un paso al frente y asumimos nuestra cuota de responsabilidad ante un reto que necesita de la colaboración de estados, administraciones, ciudadanos y sector privado. Creemos que reciclar hoy es construir el mañana y que el tiempo apremia. Entendemos la gestión de los residuos como una actividad transversal en el sector del medioambiente y, sin duda, con una incidencia especial en las ciudades del futuro, el bienestar de la sociedad y la preservación del planeta. Miramos al futuro con la ilusión de alcanzar tasas de reciclaje de envases de vidrio del 100%. Para lograrlo, hemos trazado una hoja de ruta que permitirá superar holgadamente las exigencias de la UE, que se encuentran actualmente en desarrollo.
Con un compromiso de inversiones por valor de 330 millones de euros en el periodo 2016-2020, actuaremos en distintos ámbitos como el perfeccionamiento de las operaciones, y el refuerzo de las infraestructuras con la instalación de 40.000 nuevos contenedores. Avanzaremos en el desarrollo de planes integrales con la hostelería con la dotación de 115.000 cubos, contenedores adaptados y la activación estratégica de servicios de recogida especiales.
No podríamos avanzar sin los ciudadanos, los verdaderos protagonistas. Invertiremos más de 30 millones de euros en acciones de educación y sensibilización para promover una sociedad más comprometida. Queremos contribuir a que la sociedad del reciclado gane posiciones y acelerar, así, la transición hacia la economía circular.
Corresponsabilidad, un paso más en la colaboración público-privada
El apoyo de las administraciones, asegurando un marco jurídico sólido con visión a largo plazo, fue fundamental hace dos décadas para apostar por el reciclado. Y sigue siéndolo ahora. Las administraciones públicas y los entes locales apostaron por nuestro modelo y, juntos, logramos instaurar el hábito del reciclaje de envases de vidrio.
En esta nueva etapa, refundamos el acuerdo. Es el momento de conseguir una segunda revolución del reciclado y de valorar nuevas medidas complementarias que ya se aplican con éxito en otros países europeos. El aumento de las tasas de vertido, la implantación del reciclaje de la materia orgánica, la creación y cumplimiento de ordenanzas que aseguren la separación en origen por parte de los grandes generadores, el pago por generación y otras medidas en materia de fiscalidad ambiental forman parte del camino por recorrer para volver a reciclarnos.
Innovación al servicio de la sostenibilidad
La apuesta por la tecnología para mejorar la toma de decisiones, la planificación y el servicio a los ciudadanos y los entes locales constituyen otro de los ejes estratégicos del futuro.
En ese ámbito, hemos puesto en marcha proyectos piloto con sensores de llenado y pesaje para mejorar la planificación de las rutas de recogida de los contenedores, optimizar las rutas y reducir emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, la tecnología y la información nos permitirá tomar mejores decisiones y, sobre todo, hacerlo a tiempo real.
Asimismo, la innovación redundará también en cómo gestionamos el conocimiento. Generaremos herramientas de relación con todos los agentes que forman parte de la cadena de reciclado. El objetivo es generar una red de intercambio de conocimiento en la que las mejores prácticas, casos de éxito y cómo adaptarlos sirvan como ejemplo para alcanzar retos locales. La actuación en el propio proceso de producción para desarrollar productos sostenibles es otro ámbito de trabajo esencial. Gracias a la prevención, reduciendo el impacto desde el origen y al ahorro de materias primas, energía y CO2 , se activa el modelo de economía circular que permite producir nuevos envases de vidrio a partir de otros reciclados infinitas veces.
Construir un futuro sostenible para las próximas generaciones dependerá de lo que hagamos desde cada hogar, barrio o pequeño municipio, así como desde cada empresa envasadora. Se trata de un reto importante pero la meta bien merece el esfuerzo. Esta es la parte que nos toca.
