“Hoy es un día histórico” Con estas palabras el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon se dirigía a los reporteros de todo el mundo congregados en la sede de la ONU en Nueva York después de la ceremonia de ratificación del acuerdo del clima de la cumbre de París (COP21) llevada a cabo este viernes 22 de abril coincidiendo, no de forma casual, con el Día Internacional de la Madre Tierra.
“Nunca tantos países han firmado un acuerdo internacional en un sólo día. Esto demuestra, sin duda alguna, que la comunidad internacional está comprometida contra el cambio climático.”
En una rueda de prensa conjunta con Ban Ki-moon, el presidente francés François Hollande, anfitrión de la conferencia de París celebrada el pasado mes de diciembre, felicitó a todos aquellos que han hecho posible alcanzar la segunda fase del proceso, la firma del documento, considerada la ratificación formal de los acuerdos alcanzados en la COP21.
La conferencia de apertura corrió a cargo del actor Leonardo DiCaprio, Mensajero de la Paz de las Naciones Unidas y fuertemente comprometido contra el cambio climático, como demostró en su discurso en la ceremonia de los Óscar. DiCaprio exigió a los líderes mundiales ir más allá de los acuerdos de la conferencia de París:
“el cambio climático está sucediendo más rápido de lo que los científicos predijeron por lo que se necesita un cambio masivo y una nueva conciencia colectiva.”.
Mediante la firma del acuerdo, se entra en la tercera fase del proceso en la que todos los estados deben presentar los llamados “instrumentos de ratificación”, esto es, medidas a implantar en cada territorio para alcanzar el objetivo acordado: el aumento de temperatura global no debe sobrepasar los 2ºC, intentando mantenerlo alrededor de 1,5ºC a fin de siglo.
Las claves del Acuerdo de París:
1) Calentamiento global
La temperatura media del planeta se ha incrementado en 1ºC en los últimos 150 años. El objetivo a largo plazo del acuerdo de París establece que no se debe sobrepasar la barrera de los 2ºC a fin de siglo, y se “deben hacer esfuerzos” para mantenerla por debajo de los 1,5ºC.
2) Emisiones a la atmósfera
Los países deben definir sus propios objetivos de reducción de los gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento terrestre. Estos objetivos serán objeto de revisión cada cinco años. A partir del 2050, las emisiones de gases causadas por el ser humano serán inferiores a las que puedan absorber bosques y océanos.
3 ) Carácter vinculante
El acuerdo será vinculante pero no los objetivos de reducción de emisiones de cada país, lo que se interpreta como un guiño a los Estados Unidos, segundo mayor emisor mundial tras China. No obstante, cada Estado debe poner en marcha todos los medios necesarios para cumplir con los objetivos fijados. Se establece también una política de “transparencia” que incentive que los países consigan los objetivos marcados.
4) Apoyo económico
Los países ricos tienen la obligación de financiar acciones que ayuden a la reducción de las emisiones y a la adaptación al cambio climático de los países en vías de desarrollo. A partir del 2020 se movilizarán más de 100.000 millones de dólares a tal efecto. Además, se creará un organismo internacional dedicado a las “pérdidas y daños” ocasionados por el calentamiento global en los países más pobres.
El acuerdo entrará en vigor 30 días después de que al menos 55 países, sumando el 55% de emisiones de gases de efecto invernadero, presenten ante la ONU sus instrumentos de ratificación. Hasta el momento, son 15 los estados que lo han hecho: Barbados, Belize, Fiji, Granada, Maldivas, Islas Marshall, Mauricio, Nauru, Palau, Palestina, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, Samoa, Somalia y Tuvalu.
Un dato muy interesante me hubiese gustado saber que tenia que ver argentina con esto, la verdad es que he respirado mucho aire contaminado gracias a mi colosal nariz de tumaqueño