Reciclar es una tendencia que ha llegado hasta las estrellas. En otras ocasiones hemos hablado de cómo los astronautas minimizan la generación de residuos. En este artículo contamos cómo los ingenieros aeroespaciales se afanan en desarrollar transbordadores espaciales reutilizables para poner naves o satélites en el espacio. Este mes Elon Musk, dueño de Space X y Tesla Motors, dejó boquiabierto al mundo con el lanzamiento del cohete reutilizable más grande de la historia astronáutica.
Hasta ahora los cohetes subían una carga al espacio y tras ello caían al océano o se perdían en la inmensidad generando basura espacial. La nueva generación de cohetes reciclables regresa a la Tierra, lo que ahorra mucho en materiales y evita el abandono de residuos en el espacio. Ahora regresan por partes. Los cohetes lanzaderas suelen tener 3 etapas, es decir, tres módulos con sus propios motores, que se van encendiendo en distintos momentos del viaje para perpetuar el impulso.
En este vuelo de prueba dos de las etapas del cohete, llamado Falcon Heavy, han regresado a casa. Han aterrizado a la vez de una manera absolutamente preciosa.
La basura especial es uno de los grandes problemas al que nos enfrentamos. Hay tantos residuos allí arriba que en más de una ocasión la Estación Espacial Internacional y algunos de los 1200 satélites que están en órbita han tenido que desplazarse para esquivarlos.
Fuente: ESA
Cerca de 8.000 toneladas de deshechos sobrevuelan nuestro planeta. Son unos 750.000 piezas de lo más variadas. Los restos miden desde un milímetro hasta varios metros. Además de trozos de cohetes, hay satélites viejos, polvo y pequeñas partículas de pintura procedentes de explosiones. Y lo más curioso, herramientas perdidas por los astronautas, como bolígrafos, lámparas e incluso una mochila.
Como golpe de efecto en el espectacular vuelo de prueba, el Falcon Heavy transportó al espacio un coche eléctrico. Un modelo descapotable rojo, de su marca Tesla, con un maniquí a bordo. Ahora mismo está viajando hacia el espacio profundo. En sus circuitos pone “Hecho en la Tierra, por humanos”.
Fuente: Space X
Space X no es la única empresa que se ha lanzado a desarrollar cohetes reutilizables. La empresa Blue Origins, de Jeff Bezos, fundador de Amazon, ha creado el cohete New Horizons, que pone en órbita una nave para turistas espaciales, y regresa a tierra con agilidad.
La española PLD también trabaja en el desarrollo de un transbordador espacial con una etapa reutilizable, con la Agencia Espacial Europea (ESA). Caería de nuevo en la Tierra con paracaídas.
Y Rusia se ha sumado a la moda de la economía circular espacial y ha reiniciado el desarrollo de Korona, un cohete de una etapa reutilizable, que se había suspendido hace cinco años por falta de fondos. Como el de Bezos, consta de una sola etapa. Subirá al espacio y aterrizará de una pieza.