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Transforma tus residuos orgánicos en compost

El compostaje es una técnica de tratamiento de residuos que se viene practicando desde hace miles de años. Una alternativa sencilla para reciclar desechos orgánicos que ayuda a recuperar suelos degradados y devolver la fertilidad a la tierra de una forma natural. El resultado de esta actividad es un material llamado compost, un abono natural obtenido a partir de la descomposición natural de residuos orgánicos por parte de microorganismos como bacterias y hongos. 

Entonces, si el compostaje es un proceso tan antiguo y tan natural ¿por qué cada vez es más popular en los medios cuando se habla de gestión de residuos? En el post de hoy resolvemos estas y otras muchas cuestiones alrededor del compostaje y te damos algunos trucos para que puedas transformar tus residuos orgánicos, sobre todo los desechos de alimentos, en este fabuloso abono sin salir de casa.

compost casero

Una pila de residuos orgánicos en proceso de compostaje. Foto de Edward Howell en Unsplash

El compostaje: qué es y porqué volvemos a hablar de él

El compostaje es un proceso de descomposición de los residuos orgánicos en el que intervienen microorganismos. Estos microorganismos, en presencia de oxígeno, van degradando los restos orgánicos y liberando los nutrientes que contienen. Como resultado, los residuos se transforman en compost, un fertilizante natural. Este compost, al ser aplicado a nuestros suelos, permite devolverles los nutrientes que los cultivos extrajeron de él, cerrando de esta manera el ciclo de la materia orgánica.

Los residuos que generamos en nuestras casas y que podemos emplear para producir compost se dividen en dos grandes grupos: los restos de comida y los restos vegetales. Entre estos últimos se encuentran, por ejemplo, las flores y hojas secas.

De acuerdo con la normativa de residuos, estos desechos ya no podrán mezclarse con otros en un mismo contenedor a partir del año 2024. Esto obliga a recogerlos de forma separada de otros tipos de residuos y a darles un tratamiento adecuado. De ahí que cada vez sea más común encontrarnos en el paisaje urbano con distintos elementos que sirven para la recogida selectiva de este tipo de residuos: el contenedor marrón o las isletas de compostaje comunitarias.  

Actualmente, la gestión de estos residuos orgánicos recogidos de forma separada puede hacerse mediante dos técnicas: la biometanización o el compostaje. En el primer caso, se obtiene biogás a partir de los residuos y en el segundo, compost. El proceso de compostaje requiere de menos tecnología que la biometanización, de ahí que sea la opción más extendida.

compostardor para casasCompostador individual para el jardín. Foto de Wikimedia.

Compostaje en casa: qué debemos saber para obtener un compost de calidad

En las ciudades, para la recogida separada de los restos orgánicos que generamos en casa, cada vez es más habitual ver contenedores específicos, generalmente de color marrón. Estos contenedores son recogidos, al igual que los contenedores de vidrio, y su contenido es transportado hasta una planta industrial de compostaje.

Las personas que residen en casas con un pequeño jardín tienen la posibilidad de tratar sus restos orgánicos directamente en su zona verde y obtener compost a partir de ellos. Para esto, es necesario disponer de un recipiente aireado en el que depositar los residuos. Dicho recipiente, que recibe el nombre de compostador o compostadora, puede ser de fabricación casera o adquirirse en alguna superficie comercial.

Algunas de las dudas más habituales sobre el compostador fueron ya resueltas en un post anterior de Hablando en Vidrio. Por ello, en esta ocasión, os traemos una serie de trucos para utilizarlo correctamente, evitar la aparición de posibles problemas y obtener un compost de calidad:

  • Colocar el compostador en un lugar de fácil acceso. ¡Así te será mucho más cómodo utilizarlo!
  • Coloca tu compostador directamente sobre el suelo para facilitar la entrada de los microorganismos responsables de la descomposición de los restos orgánicos.
  • Pon una red metálica sobre el suelo e instala sobre esta el compostador. De esta forma evitarás que entre algún pequeño roedor.
  • Coloca una base de restos vegetales secos, de un palmo de espesor, en la base del compostador. Esto favorecerá la entrada de aire.
  • Cada vez que eches tus restos de alimentos al compostador, cúbrelos con un volumen similar de restos vegetales secos, como, por ejemplo, hojas secas, paja o pequeñas virutas de madera. De esta forma el proceso de compostaje se desarrolla mucho mejor y se evitan posibles excesos de humedad.
  • Procura airear el contenido del compostador una vez cada 15 días. Así evitarás la aparición de posibles malos olores.
  • No deposites restos de alimentos de gran tamaño como, por ejemplo, sandías en mal estado o las calabazas que decoramos en Halloween. Cuanto más troceados vayan los desechos, mejor será el proceso de compostaje y el compost obtenido tendrá una calidad más alta.

resultado del compost casero

Aspecto del compost resultado del proceso. Foto de Pxhere.

Y, recuerda, lo más importante para obtener un buen compost es hacer una correcta separación de los residuos en casa. Por ello, os recomendamos tener a mano, en la cocina, un recipiente para depositarlos de forma cómoda. 

En definitiva, hacer compost en casa es probablemente la mejor alternativa para el tratamiento de los residuos orgánicos que producimos, aproximadamente la mitad de los generados en el hogar. Además, el compost resultado de este proceso es un eficaz abono natural que podemos utilizar si somos aficionados a las plantas o tenemos un pequeño huerto en casa. 

Y tú ¿Haces compost en casa? Nos encantaría saber tu opinión en los comentarios. 

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