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El contenedor marrón toma las calles

Seguro que ya los has visto en las aceras de la ciudad. Es el contenedor de residuos orgánicos o, simplemente, el “contenedor de orgánica”, un chico nuevo que viste habitualmente de marrón y que comparte espacio con viejos conocidos como el iglú verde para el vidrio, el contenedor amarillo de envases o el azul donde depositas el papel y el cartón.

Y vete acostumbrándote porque su presencia será cada vez más habitual. Por eso, en este artículo respondemos algunas de las preguntas más habituales sobre este tipo de contenedor.

¿Qué tipo de residuos puedo depositar en el contenedor marrón?

Los residuos orgánicos o biorresiduos son, en general, restos de alimentos o restos vegetales de podas, etc.  Los admitidos en el contenedor de residuos orgánicos pueden variar según la localidad, provincia o Comunidad Autónoma en la que nos encontremos. Así, hay zonas en las que solo se admiten restos vegetales, otras en las que se admite cualquier tipo de residuos orgánicos excepto carne y pescado y otras en las que no existen restricciones.

contenedor marrón

 

 

Acierta con la orgánica, campaña de recogida de residuos orgánicos en Madrid.

 

qué tirar al contenedor marrón

 

En el caso de Madrid, por ejemplo, puedes llevar al contenedor de residuos orgánicos cualquier resto de comida, desde alimentos caducados o que no están en buenas condiciones, hasta peladuras, mondas, huesos, etc. Pero también puedes depositar restos de infusiones, posos de café, papel de cocina y servilletas de papel usadas, papel y cartón sucios de aceite, tapones de corcho, cerillas, serrín y pequeños restos de jardín (plantas, hojarasca, ramos de flores,…).

Depositar en el contenedor marrón únicamente los residuos admitidos es clave para gestionarlos correctamente. Ante cualquier duda es importante que consultes con el servicio de medio ambiente del ayuntamiento.

¿Qué hace especiales a los residuos orgánicos?

contenedor orgánico: peladuras de patata

Imagen de kalhh en Pixabay

Los gases que se generan en los vertederos representan el 11% del total de emisiones de gases de efecto invernadero producidos por el ser humano a nivel global. La mayor parte de estos gases surgen por la descomposición de residuos orgánicos como, por ejemplo, los restos de alimentos, los de podar los árboles del parque o mantener el jardín. Aparte de contribuir a acelerar el cambio climático, si los residuos orgánicos acaban en un vertedero perdemos, por ejemplo, la posibilidad de elaborar compost un excelente abono natural que además sirve para reparar y recuperar suelos fértiles.

Por otro lado, cada persona genera 471 kilogramos de residuos anuales, según  datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de los cuales entre un 40% y un 50% son residuos orgánicos, también conocidos como biorresiduos.

¿Por qué estos contenedores son cada vez más comunes?

Teniendo en cuenta que hay razones tanto climáticas como de volumen, la Unión Europea ha establecido que la recogida separada de la materia orgánica esté implantada en todos los países que la forman antes del 31 de diciembre del año 2023. Esta recogida selectiva de los residuos orgánicos, es el primer paso para gestionarlos adecuadamente y una de las estrategias para llevarla a cabo se basa en instalar contenedores específicos, como los de color marrón.

Y una vez en el contenedor ¿A dónde van mis residuos?

Aquí otra vez, la respuesta no es la misma para todas las localidades. Para reciclar correctamente la materia orgánica tenemos, principalmente, dos opciones: transformarla en compost o en biogás.

materia orgánica - compost

Aspecto del compost (Foto de Wikimedia Commons cc)

En el primer caso, los restos orgánicos pasan por un proceso de descomposición natural y se transformarán en compost, un tipo de abono natural que mejora la fertilidad de los suelos y aporta nutrientes a las plantas. En el segundo caso, esta materia residual orgánica pasa por un proceso en el que se obtiene un gas compuesto principalmente por metano que se puede utilizar para producir energía. 

¿Cuáles son las comunidades autónomas pioneras en su implantación?

Como vimos anteriormente, la prohibición impuesta por la UE de recoger los restos orgánicos mezclados con otros tipos de residuos a partir del año 2023 hará que el contenedor marrón, junto con otras estrategias de recogida selectiva como el puerta a puerta o el compostaje comunitario, vaya tomando nuestras calles. Las Comunidades Autónomas de Euskadi, Navarra o Cataluña lideran la lista de aquellas que primero han implantado la recogida de orgánica en partes de su territorio.

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