Creo que no soy el único que sale de Conama con muy buenas sensaciones. El recién clausurado Congreso celebraba su décimo tercera edición y, más allá de analizar datos oficiales de afluencia y el número de profesionales que ha participado en grupos de trabajo y sesiones técnicas, me gustaría reflexionar sobre aquellos aspectos que, a mi parecer, han sido la clave del éxito de este #Conama2016.
Esta cita ha servido para afianzar lazos entre instituciones de diversa índole y para poner sobre la mesa algunas de las cuestiones sobre las que tendremos que trabajar, y mucho, en los próximos meses pero también para conectar personas y compartir objetivos. El resultado es indudablemente positivo ,a continuación os dejo los motivos por los que hemos hecho de esta edición un #ÉxitoConama.
- Una creativa e innovadora campaña de comunicación que partía del gabinete de prensa en fechas previas al Congreso y que en seguida se vio reforzada en redes sociales por la iniciativa #RetoConama y otras propuestas paralelas con origen en el Grupo de Comunicación Ambiental 2.0.
- Gran implicación de los profesionales del sector en los grupos de trabajo, con todos estos compitiendo no solo por dar a conocer el resultado de su trabajo sino por hacerlo de forma atractiva y accesible. Hace tiempo que digo que no hay mejor forma de apostar por tu propia especialización que acercándote a los grupos Conama en las fases más incipientes y los resultados este año me permiten reafirmarme en esta teoría.
- Muchas caras nuevas y un notable esfuerzo por dar visibilidad a los profesionales del futuro. Este Congreso ha hecho una clara apuesta por la integración de jóvenes y futuros profesionales desde el inicio que además se ha visto complementada por el papel de los voluntarios de la Asociación de Ciencias Ambientales ACA, que cubren todas las sesiones y ponencias. El talento joven estuvo presente incluso en el acto de clausura, donde una excepcionalmente brillante Vanessa Álvarez González, coordinadora de voluntarios, compartía discurso, reflexiones y agradecimientos con el siempre cordial Secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, entre otros ponentes.
- Stands dinámicos y un buen número de actividades paralelas poniendo permanente el foco en las personas y no en las instituciones. El Mannequin Challenge que nos regalaron los asistentes al primer Green Drinks en Conama, los medios presentes en el Quiosco Conama o el encuentro de influencers #VidriosyBarras, que organizamos desde Ecovidrio y el Instituto Superior del Medio Ambiente, son buen ejemplo de cómo unos y otros intentamos favorecer la conexión entre profesionales del sector . La visibilidad es clave en cualquier evento de estas características y, afortunadamente, cada vez tenemos más claro como sector que está muy bien hacer las cosas bien pero está mucho mejor hacerlas bien y que además se conozcan.
- La Manzana Verde como punto de encuentro y espacio abierto para el debate, donde tuvieron oportunidad de darse cita distintos profesionales a través de los encuentros Green B2B y donde se celebraron adicionalmente distintos talleres prácticos y de financiación dando a conocer qué hacen y a qué se dedican empresas y profesionales que desarrollan su actividad en el sector ambiental.
- La app de Conama, la aplicación desarrollada por Ecoavantis que permitía consultar el programa, los ponentes o la ubicación de la sala a través del teléfono móvil.
Resumiendo: que desconozco si es algo que ha pasado o no desapercibido pero innovación y creatividad han tenido mucho que ver con el resultado obtenido. Y es que, como bien decía Albert Cuchí en la clausura del Congreso, si la respuesta es verde, en CONAMA fabrican clorofila. Díganme si eso no es innovar.
