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El auge de la economía colaborativa

“Una economía europea competitiva requiere innovación tanto en productos como servicios. El próximo éxito europeo podría venir de la economía colaborativa. Nuestro rol es el de facilitar un marco normativo que permita desarrollar este tipo de modelos de negocio mientras protegemos los derechos de los consumidores y aseguramos unos impuestos justos”

Jyrki Katainen, responsable de empleo, crecimiento, inversión y competitividad de la Comisión Europea.

La economía colaborativa, también llamada economía compartida, cubre gran variedad de sectores y está extendiéndose de forma rápida a nivel global de la mano de las tecnologías de la información y la comunicación. Implica un cambio en nuestros hábitos de consumo: no se trata de poseer algo sino de poder compartir, alquiler o intercambiar productos o servicios. La importancia de este nuevo paradigma de consumo es tal que la Unión Europea ha desarrollado una agenda para su implantación. De hecho, esta tendencia tendrá un claro impacto en el avance hacia la economía circular.

Casi todos hemos usado servicios de economía colaborativa, desde plataformas de alquiler de coches, plazas de aparcamiento compartidas, servicios domésticos o alojamientos puntuales. Pasar de la posesión al uso puntual, del producto al servicio, la economía colaborativa proporciona nuevas oportunidades a la ciudadanía y a los emprendedores. Al mismo tiempo supone también un reto para el ámbito regulatorio.

Economía colaborativa

Imagen vía Comisión Europea

Frente a este escenario de incertidumbre normativa que afecta a algunos de estos servicios, las ventajas de la economía compartida son varias: en general el bolsillo del consumidor se beneficia de un ahorro considerable frente a servicios clásicos; se desarrolla una cultura de consumo responsable (¿por qué comprar algo si sólo lo vamos a usar una vez?) y, desde un punto de vista ambiental, se favorece el uso por parte de terceros y la reutilización, lo que contribuye al cuidado del medioambiente.

Ejemplos de economía colaborativa

Los servicios de economía colaborativa han florecido de forma notable a medida que el smartphone se ha ido popularizando. En la actualidad, es posible encontrar miles de soluciones para prácticamente cualquier necesidad que tengamos, a continuación os proponemos algunos:

Crowdfunding

¿Quieres lanzar ese proyecto que llevas dando vueltas tanto tiempo y te resulta difícil acceder a financiación? En la red puedes encontrar plataformas en las que captar micromecenas que apoyen económicamente tu proyecto. Verkami, centrada en proyecto culturales, o Kickstarter son buenos ejemplos de financiación colectiva.

Carpooling / Carsharing

Para buscar compañeros de viaje o alquilar coches por horas, según la necesidad que tengamos. Amovens y Blablacar ponen en contacto a conductores que van a hacer determinado trayecto con posibles compañeros de viaje. Car2Go, premio Ecovidrio 2016 al impacto ciudadano, permite alquilar coches eléctricos por horas usando el teléfono móvil.

Alojamiento compartido

Servicios para viajeros y turistas como CouchSurfing, donde puedes pasar la noche en casas particulares compartiendo la experiencia del viaje con tu anfitrión local; buscar compañeros de piso como Stukers o Easypiso o intercambiar viviendas.

Y podríamos hablar de muchos más ejemplos. Los límites los pone la imaginación y el mercado, allá donde haya necesidad de un producto o un servicio es posible desarrollar herramientas de economía colaborativa o compartida que pongan en contacto oferta con demanda.

Si estás leyendo esto seguro que ya has sido usuario de este tipo de plataformas. Nos gustaría contar con tu opinión en los comentarios ¿Qué servicios de economía compartida usas y recomiendas?

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