Entrevistamos a Félix Solís, Presidente de la Federación Española del Vino (FEV)

“Existe una gran concienciación ecológica por parte de nuestro sector y así nos lo demuestran día a día, adhiriéndose al Manifiesto Wineries For Climate Protection”

En nuestra última newsletter, hemos entrevistado a Félix Solís, Presidente de la Federación Española del Vino (FEV), que nos habla de cómo se implican las bodegas en el reciclado de vidrio, la sostenibilidad, la lucha contra el cambio climático y el apoyo al medio ambiente.

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¿Por qué es tan importante que el sector bodeguero español se implique en la lucha contra el cambio climático?

La viña es muy sensible a los cambios climáticos, lo que significa que las condiciones de vida de las zonas vinícolas y la calidad de sus  vinos  pueden verse afectadas al aumentar las temperaturas en nuestro planeta. Es ya una realidad que, en los últimos cuarenta años, las temperaturas  han aumentado 1º C en las regiones mediterráneas. En este siglo que estamos, las previsiones oscilan desde los 2º C a los 5º C de aumento.

¿Cuál es el grado de sensibilidad de sus bodegas?

El sector vitivinícola español es muy sensible a este hecho y asume su parte de responsabilidad, son muchas las bodegas que están trabajando en esta línea. Es importante que las regiones vinícolas, viticultores y bodegueros afronten este reto y se posicionen al frente de un cambio en la gestión de la energía. Se trata fundamentalmente de reducir el consumo y aplicar, de forma racional y  progresiva, las energías renovables.

¿Qué acciones está emprendiendo la FEV al respecto?

Desde la Federación Española del Vino, y en concreto, desde su Comisión de Medio Ambiente,  se está trabajando intensamente con la finalidad de promover entre las bodegas españolas el compromiso de reducción de las emisiones de CO₂ mediante la adopción de medidas concretas adecuadas al tamaño y tipología de cada bodega.  Y no solo reducción de emisiones de CO₂, se buscan bodegas sostenibles en todos sus aspectos, en consonancia con las políticas medioambientales que se imponen en otros países.

A través de movimientos como el manifiesto “Wineries For Climate Protection” tratamos de fomentar la excelencia medioambiental de nuestras empresas vitivinícolas.

¿Cuál es objetivo de Wineries for Climate Protection?

Se trata de un movimiento de cooperación que tiene como meta la protección del clima y del viñedo, luchando por la conservación de nuestro hábitat, nuestro paisaje, nuestra tradición y nuestra cultura. Que reivindica un desarrollo sostenible del bienestar social que no comprometa los recursos y las condiciones de vida de la humanidad.

Creemos firmemente en nuestro posicionamiento, en nuestra forma de actuar y comunicar en relación a la preservación de nuestro medio ambiente, de nuestro paisaje y de nuestra tierra, que al final es lo que representa nuestro producto: el vino.

A día de hoy, se han adherido unas 200 bodegas, y esperamos que lo hagan muchas más.

La Comisión de Medioambiente de la FEV está trabajando en la elaboración de una norma técnica que permita a las bodegas certificarse en el cumplimiento del Decálogo. Para ello ha encomendado a AENOR su elaboración, habiendo comenzados los trabajos recientemente. Se espera que para octubre esté terminada y se pueda empezar a aplicar.

Wineries For Climate Protection, promovida por la FEV, sigue trabajando en la concienciación del sector por su sostenibilidad. ¿Qué evolución está siguiendo esta iniciativa?

Existe una gran concienciación ecológica por parte de nuestro sector y así nos lo demuestran día a día, adhiriéndose al Manifiesto Wineries For Climate Protection, donde ratifican su compromiso en la preservación del clima. A día de hoy, se han adherido unas 200 bodegas, y esperamos que lo hagan muchas más.

¿Cuáles son los principales puntos de actuación que reivindica el Manifiesto Wineries For Climate Protection?

Wineries for Climate Protection parte de un Decálogo, en el que uno de sus puntos principales, tal y como he comentado, es la reducción de emisiones, es decir, reducir la huella de carbono por botella producida en la proporción fijada por la Unión Europea, 20% en el año 2020.  También se destaca en el Manifiesto la importancia de recurrir a técnicas de construcción sostenibles, así como la  utilización de fuentes de energías alternativas y renovables para ahorrar consumo en la actividad productiva, o bien, aplicar prácticas de cultivo que permitan la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad, entre otros muchos temas no menos importantes.