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Inteligencia Artificial y ciudades: ¿La clave para un futuro más sostenible

hombre observando ciudad con Inteligencia Artificial

Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y se espera que para 2050, 7 de cada 10 personas vivan en áreas urbanas. Esta urbanización acelerada plantea grandes retos: contaminación del aire, agua y suelo, y un aumento en la generación de residuos, exigiendo sistemas más eficientes para su manejo.

Aunque los coches voladores aún no son una realidad, el ritmo de los cambios urbanos hace que a veces parezca que nos dirigimos a un futuro tipo Blade Runner: ciudades grises, insalubres y llenas de gente hacinada.

Para evitarlo, debemos apostar por un desarrollo sostenible que equilibre la economía, el medioambiente y el bienestar social. En este escenario, la inteligencia artificial (IA) puede ser una aliada clave, ayudando a optimizar recursos y hacer nuestras ciudades más eficientes.

En este artículo veremos cómo la IA está cambiando algunas urbes mundiales.

¿Cómo utilizan la Inteligencia Artificial las ciudades?

La inteligencia artificial permite optimizar servicios públicos y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía o, al menos, ese debería ser su objetivo final.  A continuación, exploramos las áreas clave donde esta tecnología tiene un impacto significativo:

  • Movilidad y gestión del tráfico

El tráfico es uno de los principales problemas urbanos. Ciudades como Tokio usan IA para analizar y gestionar el flujo de vehículos en tiempo real, optimizando rutas de transporte público y reduciendo atascos. La capital japonesa emplea esta tecnología también para predecir terremotos y gestionar desastres, algo crucial en una ciudad con más de 37 millones de habitantes y frecuentes riesgos naturales.

En España, la DGT ha instalado cámaras con IA que detectan varias infracciones a la vez, como exceso de velocidad, uso del móvil al volante o falta del cinturón de seguridad.

tráfico controlado con inteligencia artificial

  • Gestión de residuos y recursos

Como ya hemos visto en Hablando en Vidrio, la gestión eficiente de los residuos y recursos es otra área clave en la que la IA está demostrando su valor. Por ejemplo, Barcelona usa IA para optimizar las rutas de recolección de basura, ahorrando combustible y reduciendo costes operativos y emisiones.

  • cámaras de seguridad con inteligencia artificialSeguridad pública y vigilancia inteligente

La IA aplicada a temas de vigilancia no está exenta de cierta polémica. La pérdida de privacidad y esa sensación de 1984 de George Orwell con un gran hermano omnipresente que te vigila es sin duda un aspecto negativo.

Por otro lado, la IA mejora la seguridad pública: Dubái, por ejemplo, usa sistemas de aprendizaje máquina para predecir y prevenir crímenes. Durante la pandemia, Hong Kong lanzó la app LeaveHomeSafe para controlar el cumplimiento de las medidas sanitarias.

Estas aplicaciones, aunque útiles, generan debates éticos sobre la privacidad, recordándonos escenarios distópicos que ya hemos visto en películas como Minority Report o Desafío Total.

  • Salud y bienestar

La IA también está siendo aplicada en el ámbito de la salud. Toronto, Canadá, utiliza esta herramienta en sus hospitales para analizar grandes volúmenes de datos médicos, permitiendo diagnósticos más rápidos y eficaces. Esto facilita una mejor asignación de los recursos sanitarios y permite anticipar colapsos en la atención al paciente.

El lado oscuro de lnteligencia Artificial

objetivo de una cámara de seguridad“Dentro de unos años, es posible que entre las recomendaciones para ahorrar agua, nos pidan que no hablemos mucho con Chat GPT”. Esto decía un mensaje lanzado por Carro de Combate, un colectivo periodístico especializado en consumo responsable. Esta frase ilustra a la perfección el lado oscuro de todo este rápido desarrollo tecnológico. Es un grandísimo avance, desde luego, pero tiene un precio y no exclusivamente económico.

La consideración principal es su alto consumo energético. Los centros de datos necesitan de grandes cantidades de electricidad, tanto para operar como para enfriar sus servidores, y el entrenamiento de modelos de IA intensifica este consumo. La Agencia Internacional de la Energía calcula que solo el consumo total de electricidad de los centros de datos podría superar los 1.000 TWh en 2026, lo que equivale al consumo eléctrico de Japón.

Además, ya hemos hablado de la escasez de tierras raras, necesarias para la fabricación del hardware que estas tecnologías necesitan para desarrollarse. Sin duda queda un largo camino por recorrer para disponer de una IA más sostenible.

Independientemente de esto, la inteligencia artificial aplicada a las ciudades ya es una realidad que juega un papel estratégico en la creación de lugares más sostenibles, saludables y habitables. Al optimizar la gestión de recursos, mejorar la eficiencia de los servicios públicos y fomentar la innovación, la IA está permitiendo enfrentar retos urgentes de una manera más efectiva. Sin embargo, es importante que estos avances se implementen de manera ética y equitativa, asegurando que todas y todos  podamos beneficiarnos de las mejoras que trae consigo.

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