Residuos y plásticos.
Nuestro día a día está rodeado de plásticos: el colchón en el que duermes, la ropa que vistes, el coche que conduces, tu teléfono móvil, etc. Y, como todo en la vida, lo que tiene un principio también tiene un final, todos estos elementos, bienes, productos y materiales “plastificados” llegarán un buen día al final de su vida útil y se convertirán en residuos plásticos. ¿Qué pasa entonces con ellos?
En este artículo hablaremos del plástico, un material bastante demonizado por su uso desmedido pero con unas propiedades únicas que nos han ayudado a mejorar sensiblemente nuestra calidad de vida durante las últimas décadas. Acompáñanos y te hablaremos de los plásticos más comunes, su reciclabilidad y qué podemos hacer para reducir su consumo.
¿Qué es el plástico?
Los plásticos son un grupo de materiales caracterizados por su maleabilidad, es decir, que pueden ser moldeables con facilidad. Son muy útiles por su ligereza, fuerza y por ser más económicos que otros. Quizás te sorprenda saber que existen plásticos naturales como el látex o el caucho, aunque la mayoría son sintéticos y se obtienen a partir de productos fósiles, como el petróleo.
La producción en masa de plásticos sintéticos empieza en la Segunda Guerra Mundial, cuando los plásticos naturales no pueden satisfacer la alta demanda de la maquinaria bélica mundial: algunos ejemplos de esta demanda son el caucho sintético para los neumáticos o el nylon como reemplazo de la seda para los paracaídas y otros textiles.
No todos los plásticos son iguales: tipos de plástico y sus usos.
El universo de los plásticos es grande y variado, cada uno con sus propias características y aplicaciones únicas. Existen numerosos tipos de plásticos, pero los principales se clasifican en siete categorías:
Polietileno Tereftalato (PET)
- Se identifica con el código 1 y las siglas «PET».
- Este es uno de los plásticos más comúnmente utilizados. Es ligero, resistente, típicamente transparente y a menudo se utiliza en envases de alimentos y bebidas o en textiles.
Polietileno de Alta Densidad (HDPE)
- Se identifica con el código 2 y las siglas «HDPE».
- El Polietileno de Alta Densidad es resistente a la humedad y los productos químicos, lo que lo hace ideal para fabricar envases, contenedores o tuberías.
Policloruro de Vinilo (PVC o Vinilo)
- Se identifica con el código 3 y las siglas «PVC».
- Este plástico duro y rígido es resistente a productos químicos y a la intemperie. Ideal para aplicaciones de construcción y también para alta tecnología, como cables y alambres dado que no conduce la electricidad.
Polietileno de Baja Densidad (LDPE)
- Se identifica con el código 4 y las siglas «LDPE».
- A menudo se utiliza como revestimiento en el interior de cartones de bebidas y en superficies resistentes a la corrosión y otros productos: burbujas de plástico, bolsas de basura o vasos desechables.
Polipropileno (PP)
- Se identifica con el código 5 y las siglas «PP”.
- Este es uno de los tipos de plástico más duraderos. Es el de las pajitas, tapas de botellas, envases de comida caliente o cinta de embalaje.
Poliestireno (PS o Estireno)
- Se identifica con el código 6 y las siglas «PS».
- Mejor conocido como Estireno, este plástico rígido tiene un coste bajo y una capacidad aislante alta, lo que lo ha convertido en un elemento básico en las industrias de alimentos, embalaje y construcción.
Otros plásticos
- Se identifican con el código 7 y la etiqueta «Otros».
- Por ejemplo el policarbonato o las poliamidas (nylon).
¿Qué plásticos se pueden reciclar?
En principio, casi todo el plástico puede reciclarse. Lamentablemente, no siempre es posible hacerlo desde el punto de vista medioambiental, económico o técnico. Puede ser porque algunos productos están compuestos de materiales mixtos y esto dificulta su reciclaje, porque la separación es insuficiente y el material está deteriorado o porque no se dispone de la tecnología necesaria.
Reciclar puede ser costoso y poco rentable en función del material y puede variar según la ubicación, no obstante, los residuos plásticos más comúnmente reciclados son tres:
- PET: este plástico, conocido por su facilidad de reciclaje, destaca por ser resistente, ligero y transparente.
- HDPE: robusto ante impactos, productos químicos y temperaturas extremas.
- PP: resistente y maleable. Se emplea en tapas de botellas, pajitas, tejidos y hasta pañales.
¿Cómo se recicla el plástico?
El proceso de reciclaje más común de los residuos plásticos es mecánico y consta de las siguientes fases:
- Recogida: En esta fase inicial, se recolectan los productos de plástico de desecho de diversas fuentes, como residuos domésticos, industriales o comerciales.
- Clasificación por tipo y color: Los plásticos recogidos se separan en función de su tipo y color. Esta clasificación es esencial para asegurar un proceso de reciclaje eficaz, ya que, como vimos en el punto anterior, los diferentes tipos de plástico pueden tener propiedades y características únicas.
- Triturado en trozos pequeños: Los plásticos clasificados se trituran en fragmentos más pequeños para facilitar el procesamiento y la limpieza.
- Lavado y secado: Los fragmentos de plástico se someten a un proceso de lavado y secado para eliminar impurezas, como etiquetas de papel, suciedad o restos de pintura.
- Fundición y extrusión: Los fragmentos limpios y secos se funden y se extruyen para formar pequeñas bolitas o gránulos de plástico (también llamados granza o pellets).
- Fabricación de nuevos productos: Finalmente, estos gránulos se utilizan en la fabricación de nuevos productos de plástico, cerrando así el ciclo de reciclaje.
Para facilitar este proceso, en 1988 se introdujo el Código de Identificación de Resinas (RIC, por sus siglas en inglés, Resin Identification Code). Este código se representa mediante un número encerrado en un triángulo y es ampliamente reconocido en todo el mundo. Cada número en el código RIC corresponde a un tipo específico de plástico, lo que facilita la clasificación y el reciclaje eficiente de estos materiales.
¿Por qué es importante reciclar el plástico?
La contaminación por plásticos en los océanos es una crisis que amenaza la vida marina y los ecosistemas. Los desechos plásticos causan asfixia, enredos, laceraciones y lesiones internas en la fauna marina.
La producción masiva de plásticos de un solo uso, como botellas y bolsas, agrava la situación. Solo el 9% del plástico mundial se recicla, mientras que el 79% termina en vertederos o el entorno. Y por eso es urgente tomar medidas: reducir el plástico de un solo uso, fomentar la reutilización y mejorar el reciclaje.
La R definitiva ¿Qué podemos hacer para reducir nuestro consumo de plástico?
El mejor residuo es aquel que no se produce. Lo mismo pasa con los plásticos. A continuación te damos una serie de consejos para reducir el consumo de estos materiales en tu vida diaria:
Desterrar las bolsas del supermercado
Usar bolsas de tela para la compra. Comprar a granel y de proximidad es la mejor opción para reducir no solo los materiales plásticos sino la huella ambiental.
Elegir envases de vidrio
Evitar comprar productos sobre envasados es clave para empezar. El material más sostenible en estos casos es el vidrio. Este sí es 100% reciclable.
No consumir productos de plástico desechable (ni sus alternativas más “eco”)
Eliminar de tu día a día los productos (plásticos o no) de usar y tirar tiene un periodo de adaptación pero verás como poco después te resultará difícil despegarte de tu botella rellenable o tu taza reutilizable.
Plastic free en el baño
Cada vez hay más alternativas y más asequibles para reducir o eliminar el plástico del aseo diario: jabón y champús sólidos, cepillos de dientes de bambú, pastas de dientes en frascos, etc.
Y tú ¿Qué haces para reducir tu consumo de plástico? Comparte con nosotros tus consejos para “desplastificar tu vida” en los comentarios.