La innovación en los procesos de gestión de residuos y reciclaje gana posiciones cada día. Recorremos la Waste Expo 2016 en Las Vegas para conocer de cerca las novedades y tendencias que están por venir.
Aterrizar en el aeropuerto McCarran de Las Vegas es una experiencia difícil de olvidar. Momentos antes de tomar tierra, llama la atención el contraste entre la planicie árida del estado de Nevada y las ordenadas cuadrículas que componen la ciudad y los casinos, seña de identidad de Las Vegas. Al este, como si fuera un mar en medio del desierto, la presa Hoover, una de las mayores obras de ingeniería de los años 30, contiene el paso del río Colorado para suministrar agua y energía a la ciudad que, en apenas 60 años, ha pasado de ser un pequeño enclave en medio del desierto a una de las capitales turísticas mundiales con más de 45 millones de visitantes anuales.
El destino del viaje es la Waste Expo 2016, la feria de referencia a nivel mundial para los profesionales del sector de la gestión de residuos y el reciclaje. Entre los días 6 y 9 de junio, la ciudad es la capital mundial del sector residuos congregando a 600 expositores de todo tipo y a 13.000 visitantes en su mayoría procedente de países vecinos como México o Canadá, pero también de lugares más alejados como Nigeria, China, Australia o Europa.
De un modelo basado en vertido a la sociedad del reciclado
La gestión de los residuos sólidos urbanos (MSW, Municipal Solid Waste) en Estados Unidos es todo un reto: 315 millones de habitantes censados en más de 28.000 ayuntamientos y una superficie casi 20 veces superior a la española. Las soluciones se debaten en las conferencias, charlas y workshops paralelos a la exposición.
El modelo estadounidense de gestión de residuos urbanos se basa, sorprendentemente, en el depósito en vertedero, y sólo el 34% de los residuos producidos (260 millones de toneladas anuales, 12 veces el volumen de España) son reciclados, valorizados o compostados. Representantes de distintas empresas del sector reclaman unas políticas de valorización de residuos más activas, demostrando que hay demanda interna de materiales reciclados (principalmente papel y cartón o plásticos) y que la estimulación de ese mercado beneficiaría directamente al ciudadano mediante una reducción significativa de las tasas de gestión.
Varias charlas tratan sobre la problemática de los residuos orgánicos y el desperdicio alimentario. Según informes de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y del Ministerio de Agricultura, el 40% de los alimentos producidos en los Estados Unidos acaban en la basura, lo que supone un gasto de 1.500$ anuales para una familia media y un problema ambiental de primer orden. Estos desechos se depositan en vertedero y liberan metano, un gas de efecto invernadero 21 veces más potente que el dióxido de carbono. El compostaje o la elaboración de biogás como vías de valorización de estos residuos y el establecimiento de políticas de prevención son líneas de trabajo a desarrollar con grandes beneficios ambientales, económicos y sociales. De hecho, según un estudio de la EPA, evitar el vertido del 15% de los descartes alimentarios podría reducir a la mitad el número de hogares que sufren problemas nutricionales.
Volviendo al foro, las tecnologías de información y la comunicación aplicadas al sector tienen una importante presencia en la feria. Asistimos a varios debates sobre las posibilidades de recolección de datos a tiempo real mediante la comunicación de dispositivos físicos con la red (la llamada IoT, Internet of Things) y la explotación de grandes volúmenes de datos (Big Data) para extraer patrones de consumo y tomar decisiones que mejoren el servicio y reduzcan costes como, por ejemplo, la elaboración de rutas de recogida optimizadas.
Más de 600 proveedores de tecnología y maquinaria
Los grandes vehículos de recogida son los reyes de la exposición. Llaman la atención los diferentes camiones equipados con tecnología para optimizar la recogida de contenedores: sistemas de carga trasera, comunes en nuestro país, pero también de carga lateral, frontal e incluso brazos mecánicos que identifican y descargan automáticamente los contenedores durante la ruta, sin la intervención del personal.
Los fabricantes de maquinaria ocupan buena parte del centro de convenciones. Podemos ver compactadores, trituradores, trommels, estaciones móviles de reciclado, separadores ópticos e incluso una instalación robótica de triaje y clasificación de residuos que parece sacada de una película de ciencia ficción.
La contenerización tiene también su espacio. Aquí es donde se puede observar una de las principales diferencias con respecto al modelo de gestión de residuos domésticos español, basado principalmente en el depósito colectivo en contenedores de gran volumen, y el americano, donde cada vivienda dispone de su propio contenedor de menor tamaño. Otra importante diferencia es el modelo de cobro del servicio de recogida y gestión de residuos, en Estados Unidos los ciudadanos pagan, en muchos casos, directamente a la empresa adjudicataria del servicio.
El balance de la feria es tremendamente positivo: la Waste Expo 2016 nos ha dado la posibilidad de tomar contacto con la estrategia de gestión de residuos y las novedades en el campo de las tecnologías aplicadas al sector. Ahora miramos hacia Nueva Orleans donde tendrá lugar la próxima edición.