La gran variedad de ecosistemas y seres vivos hacen de nuestro planeta un lugar único, lleno de especies y lugares sorprendentes. En este post te contamos algunas de las curiosidades del mundo natural que te sorprenderán. ¡Descúbrelas!
Hyperion, el árbol más alto del planeta
Foto de Pixabay
En el año 2006, los naturalistas Chris Atkins y Michael Tailor descubrieron a Hyperion, en el Parque Nacional Redwood de California. Hyperion es un ejemplar de secuoya de la especie Sequoia sempervirens con una edad aproximada de 1.200 años, según la comunidad científica. Si bien a escala humana esta cifra puede resultar impactante, no lo es tanto en el caso de las secuoyas. De hecho, este tipo de árbol se caracteriza por su elevada altura (muchas alcanzan una altura superior a 100 metros) y longevidad, pudiendo llegar a superar los 2.000 años de edad.
En lo que respecta a su altura, en el año 2017 Hyperion alcanzaba los 116 metros, creciendo a una velocidad de casi 4 centímetros por año, se espera que en el año 2031 delegue el título de árbol vivo más alto del mundo a su compañero, Paradox, otra sequoya también situada en el Parque Nacional Redwood que crece a un ritmo cinco veces mayor.
La cordillera montañosa más larga del Planeta está debajo del mar
Imagen de Pinterest
Se la conoce como la Dorsal Meso-Atlántica y tiene una longitud aproximada de 15.000 km, extendiéndose desde el norte de Groenlandia hasta el Atlántico Sur. Basta comparar este dato con la longitud de la cordillera del Himalaya (2.600 km) o la de los Andes (7.000 km) para hacernos una idea de su magnitud.
Esta cordillera submarina, formada por la actividad volcánica que se produce bajo la superficie de los océanos, fue descubierta en el año 1872, durante la expedición científica liderada por Charles Wyville Thomson, organizada para estudiar la posible colocación de un cable submarino para las comunicaciones por telégrafo.
Las flores: diversidad de colores, olores y …. ¡tamaños!
Foto de Applied Plant
Escoger una flor para nuestro jardín o para regalar puede ser una tarea complicada para las personas más indecisas. Y es que el mundo de las flores está lleno de diversidad, pudiendo encontrarnos flores de colores, formas o tamaños muy diferentes.
En lo que respecta al tamaño, tal es esta diversidad que es posible encontrarnos desde flores que alcanzan más de medio metro de longitud hasta otras que no llegan al milímetro de ancho.
En el puesto número uno de las flores más grandes del mundo se encuentra la Rafflesia arnoldii. Esta flor es originaria de las selvas tropicales del sureste asiático y puede llegar a alcanzar un metro de diámetro. Además, es también la flor más pesada del mundo, de hecho se han encontrado ejemplares de casi 11 kilos de peso.
En el lado contrario, con sus 0,5 milímetros de diámetro y sus 0,15 gramos de peso, se encuentra la Wolffia angusta. Esta flor, también llamada lenteja de agua, crece en ambientes acuáticos y es posible encontrarla en las aguas dulces de casi cualquier parte del mundo.
Foto de Christian Fischer
Las águilas y los halcones tienen “vista de lince”
Cuando una persona es capaz de distinguir objetos o incluso texto a larga distancia, solemos decir que tiene “vista de lince”. Si bien nuestro felino más característico tiene una agudeza visual que le permite distinguir un conejo a 300 metros de distancia, los animales que encabezan la lista de los que tienen mejor visión son dos aves: águilas y halcones.
Estos animales tienen un campo de visión de unos 340⁰ (frente a los 180⁰ de los humanos) y una vista entre 4 y 8 veces mejor que la del ser humano medio. Si nos fijamos en el número de células de la retina, las águilas tienen más de un millón por milímetro cuadrado en el caso de las águilas frente a las 200 mil de los humanos. Otro dato que podemos utilizar como referencia es la distancia a la que es capaz de detectar a sus presas, distancia que asciende a más de 3 km en el caso de un conejo.
El mar fosforescente de Julio Verne existe
El mar de ardora en la costa gallega. Foto de Marcos Gestal
En Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne, el Nautilus atraviesa un mar fosforescente. Así mismo, esta visión de un mar luminescente se encuentra en numerosas leyendas marineros.
Sin embargo, este fenómeno tiene una explicación científica: todo apunta a que se debe a la presencia en el plancton de una bacteria bioluminiscente llamada Vibrio harveyi. Billones de bacterias como estas serían las responsables del aspecto azul fosforescente del mar, fenómeno que ha dado en denominarse “mar de ardora” (o “milky sea”, en inglés).