David Attenborough. Imagen vía BBC/Sam Barker
Graduado en Ciencias Naturales de formación y una de las figuras más relevantes del cine documental sobre el mundo natural. Así podríamos presentar a Sir David Frederick Attenborough (Londres, 8 de mayo de 1926), la personalidad ambiental a la que dedicamos un nuevo artículo de nuestra serie de grandes divulgadores medioambientales, tras Jacques Cousteau y Félix Rodríguez de la Fuente.
Tras graduarse en ciencias naturales en 1945, en 1950 empezó a trabajar en la BBC, el servicio público de radio y televisión del Reino Unido.
Su trayectoria dentro de esta cadena lo llevó a conocer diversas personalidades relacionadas con el estudio del mundo natural y a realizar un viaje a Indonesia con el equipo responsable de la Unidad de Historia Natural de la propia cadena.
Fruto de este viaje, David Attenborough comenzó a preparar y escribir la que sería su primera serie de documentales: Life (Vida, en inglés). Esta trilogía de documentales fue la primera de una extensa producción audiovisual que llevó a David Attenborough a convertirse en uno de los nombres más destacados dentro del sector de los documentales sobre el mundo natural.
El inicio: la trilogía “Vida”.
Primeros años en la BBC. Imagen vía BBC.
La primera trilogía de documentales sobre naturaleza escrita y presentada por David Attenborough estuvo compuesta por los títulos: Life on Earth (La vida en la Tierra), estrenado en 1979; The Living Planet (El planeta viviente), lanzado en 1984; y The Trials of Life (La vida a prueba), lanzado en el año 1990. Esta serie pasará a la historia de la creación de documentales por mostrar eventos naturales y animales que no habían sido capturados por una cámara hasta el momento.
A esta serie de documentales siguieron otros como “Life in the Freezer” (1993) (La vida en el congelador), centrado en la vida en la Antártida; “Private Life of Plants” (1995) (La vida privada de las plantas), “The Life of Birds”(1998) (La vida de las aves), “The Life of Mammals” (2002) (La vida de los mamíferos) o “The Life in the Undergrowth” (2005) (La vida entre los matorrales).
Todo este conjunto de documentales destaca por la novedad que suponían los medios técnicos empleados y por el rigor científico de sus contenidos. Así, por ejemplo, en “La vida de los mamíferos” se emplearon cámaras de infrarrojos para captar el movimiento de los animales en la oscuridad y en “La vida privada de las plantas” se empleó la técnica del “time lapse”, consistente en la toma de fotografías en intervalos cortos de tiempo con la cámara siempre en la misma posición, para mostrar que las especies vegetales eran también organismos dinámicos.
De divulgador a activista medioambiental.
Las series documentales de David Attenborough presentaban, en sus inicios, un carácter divulgativo e informativo. Sin embargo, con el paso del tiempo, Attenborough fue dando a sus piezas un tono más reivindicativo. Ya no se trata solo de informar de forma científica si no motivar un cambio en la mentalidad y un salto a la acción con el objetivo de proteger al medio natural del impacto de la actividad humana.
Esta implicación de David Attenborough en la protección del medio está ya presente en “State of The Planet “ (El estado del planeta), publicado en el año 2.000. Con el paso del tiempo, esta implicación en la protección de la naturaleza adquiere cada vez mayor importancia en sus documentales.
Así, la denuncia del impacto negativo de las acciones humanas sobre nuestro planeta ocupa un lugar protagonista en “The Thruth about Climate Change” (2006) (La verdad sobre el cambio climático) o la serie de ocho documentales narrada por él, “Our Planet” (2019) (Nuestro planeta).
Una trayectoria plagada de reconocimientos.
Discurso de la ceremonia de apertura de la COP26 de Glasgow. Imagen vía ONU.
Además de haber servido de inspiración para muchas personas creadoras de documentales, la implicación de David Attenborough en el conocimiento del mundo que nos rodea y su defensa, le ha valido el reconocimiento por parte de diversas organizaciones y de la comunidad científica.
Ejemplo de ello es su participación en el discurso de apertura de la COP 26, celebrada en Glasgow el año 2021, y el reconocimiento, por parte de la ONU, de su labor en defensa de la naturaleza, su divulgación y conservación. Reconocimiento plasmado en su nombramiento, en el año 2022, como “Campeón de la Tierra” , el máximo galardón medioambiental de la ONU.
Así pues, la gran calidad científica de sus documentales y el altavoz que estos supusieron para divulgar el conocimiento sobre la naturaleza, su comportamiento y su evolución convirtieron a David Attenborough en una persona muy valorada entre la comunidad científica. En homenaje a esta labor, actualmente existen más de veinte especies de seres vivos cuyo nombre científico tiene su apellido. Algunos ejemplos son: Nepenthes attenboroughii (una planta carnívora), Platysaurus attenboroughi (una especie de lagarto) o Myotis attenboroughi (una especie de murciélago), entre muchos otros.