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El año que el calor nos robó el verano

Sol

En el año 1815 el volcán Tambora entró en erupción en Indonesia. La explosión se pudo oír a cientos de kilómetros de distancia y la nube de humo cubrió buena parte del planeta. Esa cantidad de cenizas en suspensión en la atmósfera frenaron la incidencia solar, provocando un efecto sombra, que dejó a los habitantes de la época unos meses especialmente fríos. El verano de 1816 fue especialmente fresco, con temperaturas bastante más bajas de lo normal, lo que ha llevado a denominarlo climáticamente como “el año sin verano”.

A partir del año 1850, con el comienzo de la Revolución Industrial y el consiguiente aumento de los gases de efecto invernadero, la temperatura media del planeta ha ido subiendo a un ritmo constante y gradual. Así hemos llegado hasta 2022, con valores que según los últimos estudios científicos están más de 1ºC por encima de la época preindustrial, y esto también ha tenido sus efectos.

El calor se apodera del verano

El verano de 2022 lo recordaremos por ser en muchas zonas de España, por no decir todas, el más cálido desde que se tienen registros. Muchos observatorios históricos, con más de un siglo de historia, han mostrado con datos que este verano ha sido extremadamente cálido. Tan caluroso que se ha hecho difícil hacer nuestros planes “normales” para esta misma época, salir a dar un paseo por la noche era un agobio y dormir se convertía en una pesadilla.

Hemos visto nuestros bosques secarse hasta el punto de tener semanas en las que desde cualquier zona del país se podían ver columnas de humo y manchas marrones en el cielo. La vegetación ha sufrido la sequía, pero también el calor, avanzando su grado de sequedad y facilitando que cualquier negligencia, “mala intención” o rayo fueran capaces de originar un gran incendio debido a todo el combustible que había disponible.

El aumento de las temperaturas 

El meteorólogo Roberto Granda compartía un hilo en Twitter que no dejaba lugar a dudas. En Madrid Retiro la temperatura media ha estado 2,5ºC por encima de lo normal, y aunque podamos pensar que se trata del efecto de calor urbano, basta con alejarse hasta el Puerto de Navacerrada para constatar que allí la temperatura ha sido 3ºC superior a lo normal.

En el Cantábrico también se ha sufrido el calor, y aunque esa subida no ha estado tan marcada, los valores promedios han sido entre 1 y 2ºC superior a lo normal. El Mediterráneo no se ha escapado del aumento de las temperaturas, y el agua del mar ha llegado a estar varios grados por encima de lo normal, superando incluso la temperatura del Caribe.

Termómetro, aumento de las temperaturas
Imagen de Pixabay

 

También hemos conocido este verano el dato validado por la Agencia Estatal de Meteorología donde el récord histórico de calor en España se queda en 47,6ºC en Córdoba. Este dato medido en 2021 a la sombra nos da buena muestra de la que se nos viene, porque los científicos no paran de decir, y por ahora no se equivocan, que esto va a más.

Nuestros veranos ya no son lo mismo

En el imaginario de todos, al pensar en la palabra verano, nos vienen a la cabeza viajes a la playa, tardes en la piscina, noches en el pueblo… pero el calor nos está provocando que muchos de estos planes ya no puedan hacerse ni igual, ni de la misma manera. Podemos poner ejemplos sencillos: una noche de verano en el pueblo podíamos a estar a 30ºC, mientras a lo largo de la noche se notaba el frescor; ahora con el aumento de las noches tropicales y un calor diurno mucho más alto, ya no refresca tan rápido y dormir es un suplicio.

Nuestros planes, el trabajo o el deporte, se tienen que adaptar a un mapa de avisos por calor en las horas centrales del día que impiden tener cierta “normalidad”, y por supuesto hay que respetarlos para no tener ningún tipo de susto. El Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III ya nos ha dejado un duro dato en agosto con 1.604 muertes atribuibles al calor duplicando las cifras de los dos años anteriores. Madrid, Barcelona y Alicante han sido las más afectadas.

Si seguimos así, y está bastante consensuado el rumbo que llevamos, esto será el spoiler de la película del cambio climático.

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