Recientemente hemos sufrido una ola de calor, y probablemente no será la última del verano. ¿Hasta qué punto el cambio climático está relacionado con estas olas de calor y otros fenómenos meteorológicos extremos? ¿Qué pueden hacer los medios de comunicación para contarlo mejor? Este post responde a estas preguntas.
¿Cómo afecta el cambio climático a las olas de calor (y otros eventos extremos)?
El cambio climático causado por la actividad humana es un hecho científico innegable. Ahora bien, cada vez que ocurre un fenómeno meteorológico extremo, como la reciente ola de calor sufrida en la Península Ibérica, lluvias torrenciales, incendios forestales o sequías, siempre nos surge la pregunta: ¿Hasta qué punto es responsable el cambio climático?
Ben Clarke y Friederike Otto, investigadores de la Universidad de Oxford y el Imperial College London, respectivamente, han publicado un informe en el que, de forma divulgativa, intentan responder a esta pregunta.
Estos dos expertos se basan en un nuevo método científico, la “atribución de fenómenos extremos”, para decidir hasta qué punto el fenómeno en cuestión ha sido influenciado por el cambio climático:
Tipos de fenómenos extremos más comunes y el cambio climático
Olas de calor: Son más fuertes y probables debido al cambio climático, con el que están relacionadas “de forma unilateral e inequívoca”.
Inundaciones: Son más comunes e intensas específicamente en Europa, la mayoría de Asia, el centro y este de Norteamérica y partes de Sudamérica, África y Australia. En otras zonas del globo aún no hay certidumbre, aunque es posible que sean más frecuentes y severas. Ahora bien, también están causadas por factores humanos, como la gestión del agua y la protección contra inundaciones.
Ciclones tropicales: El número total anual no ha cambiado globalmente, pero el cambio climático ha aumentado la incidencia de tormentas más intensas y destructivas.
Nevadas fuertes: Menos probables e intensas por el cambio climático, aunque aún son posibles. Ahora bien, no está del todo claro cómo han cambiado los fenómenos de nieve intensa en la mayoría de zonas, pero es posible que hayan aumentado en intensidad en algunas partes del este y norte de Asia, Norteamérica y Groenlandia.
Sequías: Se están convirtiendo en más comunes y severas por el cambio climático en algunas zonas, entre ellas Europa, el Mediterráneo, el sur de África, el centro y este de Asia, el sur de Australia y la parte oeste de Norteamérica. Hay indicios de incremento en el oeste y centro de África, el noreste de Sudamérica y Nueva Zelanda. Ahora bien, hay muchos factores a tener en cuenta, en particular debido a la gestión del agua.
Incendios forestales: El clima propiciador de incendios está aumentando en todos los continentes, con incrementos claros (tanto en probabilidad como en zona quemada total) en el sur de Europa, el norte de Eurasia, Estados Unidos y Australia, y alguna evidencia en el sur de China. Ahora bien, las actividades humanas como la gestión de bosques y los focos de ignición son también factores importantes.
¿Cómo pueden los medios informar mejor sobre el cambio climático?
El informe de Clarke y Otto se dirige en concreto a los periodistas, aunque sus conclusiones pueden servir a toda la ciudadanía en general. Estos dos científicos aseguran que los medios de comunicación suelen cometer tres errores muy comunes a la hora de informar sobre los fenómenos meteorológicos extremos:
1) Ignorar el cambio climático como causa del fenómeno.
2) Atribuir el evento al cambio climático sin ofrecer ninguna prueba de ello.
3) Atribuir un fenómeno al cambio climático como causa única.
Según explican los investigadores, dichos errores ocurren en parte porque la cuestión no está bien planteada: “El cambio climático no es la causa de ningún evento extremo (si usamos de forma binaria el término “causa”), porque todo fenómeno climático tiene múltiples causas, entre ellas el azar, dada la caótica naturaleza de las condiciones atmosféricas. Ahora bien, sí, el cambio climático puede influir en la probabilidad e intensidad de un fenómeno meteorológico y puede contribuir a determinar el nivel de impacto sobre las personas, las viviendas y la naturaleza”.
¿Cómo deberían entonces informar los periodistas al respecto? Clarke y Otto sugieren tener claro cómo ha afectado el cambio climático al fenómeno en concreto: “La respuesta varía según los casos, dependiendo del tipo de fenómeno, la situación geográfica, la época del año, la severidad, el alcance y la duración. No todos los eventos extremos empeoran u ocurren con más frecuencia debido al cambio climático: algunos pueden reducirse, o no variar demasiado”.
En resumen, dos consejos principales. Por un lado, tener claro el mensaje general: El cambio climático ya ejerce una gran influencia sobre el clima que estamos viviendo. Y por otro lado, a la hora de informar sobre un fenómeno meteorológico extremo concreto, ser más precisos al señalar la conexión entre ambos.
¿Tienes ahora más clara la relación entre cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos? ¡Cuéntanos tu opinión!