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Qué son las islas de calor: un efecto que quita el sueño

¿Quién no ha pasado una, o mejor dicho, muchas noches dando vueltas por el calor? Una de las peores cosas que tiene el verano es el calor nocturno. Noches tórridas y cálidas de altas temperaturas en las que el único alivio es poner el aire acondicionado, el ventilador o esperar que sople algo de viento que entre por la ventana.

En las últimas décadas además se ha constatado en muchas zonas de España un aumento más que notable de las temperaturas mínimas, es decir, del momento más frío del día. Hay que saber que la temperatura mínima del día, normalmente, suele ser poco después del amanecer, de este modo hay que entender que, si suben las temperaturas mínimas, a su vez, es porque las noches son más cálidas. 

Las ciudades se han convertido en islas de calor

Desde hace años se viene estudiando el aumento del calor en las áreas urbanas, sobre todo en las grandes ciudades, ya que acumulan mucho mejor el calor y por la noche las temperaturas son varios grados más altos que en el exterior.

Durante los días de verano el sol incide con fuerza en todos los puntos, tanto en el campo como en la ciudad, y los termómetros suben rápidamente hasta alcanzar el valor que la meteorología dicte ese día, supongamos, por ejemplo, los 40ºC a la sombra. Un día muy cálido para millones de personas. 

A lo largo del día en las zonas urbanas, el asfalto se calienta hasta alcanzar mucho más de ese valor, incluso llega a quemar. También se calienta el hormigón, los cristales de los grandes edificios… 

Al caer la noche, en las zonas rurales refresca más rápidamente. Los árboles, la vegetación o el propio suelo de arena no retienen durante tanto tiempo el calor y eso ayuda a que se note antes el frescor. Por el contrario, en las grandes urbes, aunque el sol ya esté escondido, los materiales que forman parte de la ciudad siguen muy calientes, y empiezan a irradiar todo ese calor, por lo que la temperatura en las calles es mucho más alta. 

Seguro que alguna noche de verano, nos hemos apoyado en una pared o en un banco que estaba aún caliente por la insolación recibida durante todo el día. Es el fenómeno de la isla de calor urbana. Este efecto, multiplicado por todos los edificios y por kilómetros de asfalto negro, hacen que la ciudad tenga noches mucho más cálidas. 

El calor se nota a cientos de kilómetros

Si lo viéramos desde un satélite con una imagen térmica, estas ciudades serían una mancha roja de calor, mientras que todo el exterior lo veríamos más fresquito, de color azul. Un proyecto muy interesante que estudió este fenómeno en Madrid fue DESIREX y en él se podía ver cómo la capital tenía por las noches temperaturas mucho más altas que zonas periurbanas. 

Imagen térmica de Madrid con islas de calor

Imagen térmica de Madrid, donde se ve el Paseo de la Castellana de norte a sur. Fuente: DESIREX

A su vez, en los últimos años, con el crecimiento de otras ciudades cercanas, ya no hay sólo un punto de calor, sino varios, por lo que las islas de calor empiezan a ser archipiélagos de calor.

Buscando una solución al calor nocturno

Aunque podamos pensar que esto podría ser una condenación eterna, lo cierto es que existen muchas herramientas al alcance de la mano que nos podrían ayudar a aliviar el bochorno en el interior de las grandes ciudades.

Las zonas verdes, arboladas, con láminas de agua… hacen que la temperatura del aire baje varios grados y ayudan a provocar pequeñas corrientes de aire que refrescan las zonas colindantes. 

La disposición de las calles, el material con el que se construyen los edificios, o los tejados verdes, ayudarían a bajar la temperatura haciendo que las noches sean algo más llevaderas.

En zonas de litoral hay que sumar el papel de la humedad. El mar Mediterráneo se calienta mucho más, y desprende más humedad y la sensación térmica hace que las noches se vuelvan insoportables.

Por desgracia, el contexto de cambio climático en el que estamos metidos, nos hace padecer días mucho más cálidos y que por consiguiente nos dejan noches mucho más cálidas. Probablemente, en el futuro, nos queden muchas noches dando vueltas.

Y a ti, ¿se te ocurren ideas para reducir la temperatura en estas islas de calor y mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la ciudad? Seguramente pequeñas ideas para refrescar nuestras calles puedan ayudar a hacer más llevadera la temperatura media anual que nos espera. ¡Cuéntanoslo en los comentarios!

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