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Llega el verano y también los incendios forestales

Con la llegada de las altas temperaturas propias del verano, la vegetación se seca, hay menos precipitaciones y eso ayuda a tener una gran cantidad de materia vegetal muy apta para arder si se produce algún detonante que de pie al inicio de un incendio forestal.

Pese a ello, la inmensa mayoría de los incendios que se producen en nuestro país, claramente más de un 94%, se deben a la mano del ser humano, bien sea por una negligencia como tirar una colilla mal apagada e incluso de forma intencionada. 

Este año, después de las grandes nevadas producidas por la borrasca Filomena, multitud de árboles se vinieron abajo, pero además toda el agua que quedó en el suelo ha ayudado esta primavera a tener una gran cantidad de vegetación en suelo.

un helicóptero vierte agua para la extinción de incendios forestales

Un helicóptero hace una descarga de agua. Fuente: ataire.org

La meteorología puede jugar malas pasadas

Aunque podamos pensar que los rayos son responsables de muchos incendios, lo cierto es que sólo originan un pequeño porcentaje del cómputo total anual. La meteorología pese a todo, puede poner ingredientes muy propicios para que comience un incendio, y también ayudar a la expansión del fuego.

De forma común, se suele expresar la fórmula de “los tres treinta” para hablar del riesgo de incendio forestal debido a condiciones meteorológicas muy favorables para ello: viento de más de 30 kmh; humedad por debajo del 30% y temperaturas de más de 30ºC. 

Cuando estas variables se cumplen, podemos decir de forma común que el alto riesgo de incendio se dispara.

Si el incendio ha comenzado, el viento suele ser la variable que más rápidamente lo puede avivar y lo que es más importante, empujar para que avance a una mayor velocidad, además de poder marcar la dirección de avance. 

Nuestra labor es básica para evitar el fuego

Cuando vamos al campo es muy importante tomar medidas y no dejar ningún tipo de residuo que pueda generar incendios, muy especialmente vidrio. Tenemos que llevarnos toda nuestra basura y reciclarla como corresponde, ya que un gesto tan simple, y sostenible, también nos puede ayudar a proteger nuestros montes.

Hay que ser especialmente cuidadosos con arrojar colillas encendidas o ascuas de barbacoas que aún puedan ir calientes, ya que en muchos casos han sido responsables de originar grandes incendios forestales e incluso afectar a urbanizaciones en el campo.

En este sentido, es muy importante tener limpia las conocida como “interfaz urbano-forestal”, es decir, la zona que hace de límite entre las casas y el bosque. Una barbacoa en el jardín o una chispa de cualquier máquina que estemos usando, puede originar un incendio que de forma rápida podría originar un fuego que se extienda al bosque. 

También puede pasar todo lo contrario, que un incendio en el bosque llegue hasta las casas por no haber una franja limítrofe limpia de vegetación.

incendios forestales en Jávea, Alicante

Vista aérea de un incendio forestal en Jávea (Alicante) entre el bosque y las casas.

El cambio climático impulsará incendios aún más grandes

El aumento de las temperaturas del planeta, nos está haciendo tener olas de calor más intensas, y mucho más extensas, que ayudan a secar la vegetación y disparan el riesgo de incendio forestal. 

Los veranos mucho más largos que venimos sufriendo las últimas décadas, hacen además que la época de incendios no se restrinja sólo al verano, sino también a la primavera y al otoño, obligando a las distintas administraciones a empezar antes la campaña de incendios, pero también a acabarla más tarde.

A todo esto, hay que añadir episodios de sequía más duraderos, y que por consiguiente también ayudar a secar la vegetación, de forma que se crea el combustible necesario para que el fuego avance.

Es muy importante que extrememos las precauciones y que siempre que veamos un indicio de fuego llamemos rápidamente a los servicios de emergencia, ya que todos podemos ser un cortafuego, pero desgraciadamente, con cualquier fallo también podemos ser un foco de origen.

La extinción de incendios forestales está en nuestras manos. ¿Qué haces para evitar que puedan propagarse por nuestros campos y montes?  ¡Cuéntanos en los comentarios!

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