Los océanos son un elemento esencial para mantener la salud el planeta: proporcionan recursos y sustento a millones de personas, regulan el clima y absorben gases de efecto invernadero. Pero, al igual que los ecosistemas terrestres, el medio marino se ve afectado seriamente por la acción del hombre.
Estíbaliz López-Samaniego lucha contra el vertido de residuos en el medio marino desde la dirección técnica de la Asociación Vertidos Cero. Una de sus iniciativas más conocidas es la Plataforma MARNOBA en la que, por medio de una app para sistemas iOS y Android, los ciudadanos pueden caracterizar los residuos que se encuentran en el litoral o en los fondos marinos y enviar la información obtenida sobre basuras marinas a un visor en la web del proyecto. Esta iniciativa ha resultado finalista en la XVIII de los premios periodísticos de Ecovidrio, concretamente en la categoría ‘Mejor Campaña 2.0’. Hoy charlamos con ella sobre este y otros proyectos de la asociación que surgen con el objetivo de combatir la contaminación marina.
¿Cómo surge la idea de MARNOBA?
MARNOBA surge de la colaboración entre profesionales del medio marino, KAI Marine Services, y especialistas en la problemática de los residuos sólidos y líquidos, Asociación Vertidos Cero. En nuestras conversaciones la aparición de las basuras marinas en nuestras zonas de estudio era un tema recurrente y la unión de ambas especialidades la consecuencia directa que cristalizó en lo que hoy es Plataforma MARNOBA.
¿Por qué la contaminación marina?
Es el escenario en que acaban prácticamente todos los vertidos y un espacio que se había obviado hasta hace poco, además a nivel internacional se reconoce que el problema de las basuras marinas es, junto con el cambio climático, el mayor reto ambiental al que nos enfrentamos a nivel global.
¿Cómo puede participar un ciudadano o un grupo de personas?
La participación en Plataforma MARNOBA es muy sencilla, cualquiera que esté preocupado por este problema puede descargar en su móvil la app MARNOBA (en Google Play o Apple Store) y enviar la caracterización de los residuos que encuentra en la playa o cuando bucea o navega. Estos datos entran directamente en el visor MARNOBA que es de libre acceso en internet y serán analizados por el equipo y enviados anualmente al programa de seguimiento de basuras marinas del MAPAMA para ser integrados como datos adicionales. Conseguir datos de las basuras marinas presentes en las zonas litorales es fundamental para diseñar medidas que logren su eliminación.
¿Cuántas acciones se han llevado a cabo en el marco de este proyecto, principales resultados, participación, estadísticas de uso de la app?
Desde su inicio Plataforma MARNOBA acumula más de 2.000 envíos de datos, de los cuales aproximadamente 500 han sido validados y corresponden a más de 200 localizaciones nacionales y algunas internacionales (USA, Cabo Verde, Croacia, Portugal…). Se ha logrado establecer una red de colaboradores que envían de forma periódica datos sobre localizaciones concretas, lo cual permite disponer de una base de datos históricos que permitirán iniciar el análisis de tendencias en la evolución del problema y focalizar medidas de prevención y minimización.
La participación es elevada ya que es una herramienta de fácil acceso, pero siempre nos parece poca dada la entidad del problema y la necesidad de datos en un número elevado de localizaciones. En España hay más de 3.400 playas, lo cual supone que aún no alcanzamos el 10%.
El número de descargas de la app supera las 5.000, pero no todas las descargas se traducen en envío de datos. Tenemos puntas importantes de descarga cuando se produce un evento de limpieza de playas o fondos marinos con voluntarios y al inicio de la temporada de verano.
¿Qué retos u objetivos de futuro habéis trazado?
Hasta el momento la mayoría de la información viene de playas y acciones de limpieza de fondos por buceadores, nuestro reto inmediato es lograr la colaboración de pescadores y navegantes para completar la información con datos de fondos profundos y basuras marinas flotantes. Nuestro objetivo a futuro es extender el uso de MARNOBA a la mayor cantidad de ubicaciones posibles y que los datos sean utilizados por investigadores, administraciones y gestores de residuos en sus análisis de la situación para lograr minimizar el impacto de las basuras marinas en nuestros océanos.
MARNOBA ha sido premiada con el Energy Globe World Award 2016 y este año ha sido finalista en los premios Ecovidrio en la categoría ‘mejor campaña 2.0’ ¿Qué significan para vosotros estos reconocimientos?
El obtener un reconocimiento del nivel de Energy Globe fue muy importante y significó poner a MARNOBA en la escena internacional demostrando que las herramientas de ciencia ciudadana basadas en las TICs permiten llegar muy lejos con pocos recursos, pero ser finalistas en los premios Ecovidrio nos hizo mucha ilusión por ser un reconocimiento importante en nuestro país.
Vertidos Cero, la asociación a la que perteneces, es la promotora de esta y otras iniciativas ¿Cuáles son los objetivos de vuestra asociación?¿Qué más proyectos lleváis a cabo?
MARNOBA nace de la colaboración entre entidades e igualmente tiene como objetivo establecer marcos de colaboración en la investigación y búsqueda de soluciones a los vertidos, sean estos del tipo que sean y afecten a cualquier medio.
Actualmente la Asociación Vertidos Cero está involucrada en varios proyectos nacionales y europeos, que fundamentalmente abarcan dos líneas de trabajo: el estudio y caracterización de los residuos abandonados en cualquier escenario (costas, ríos, bosques, sendas de montaña…) y la búsqueda de soluciones mediante medidas de prevención y aplicación de nuevas tecnologías de reciclaje a las basuras marinas y otros residuos dentro del concepto de economía circular.
La revista Science advirtió que en 2050 podría haber más residuos que peces en los océanos. ¿Qué le dirías a alguien que no recicla?
Que se dé un paseo con nosotros por una playa y luego hablamos. La prevención es la principal arma que tenemos contra la llegada de residuos al mar y poner en contacto al ciudadano con el problema lleva a una concienciación inmediata, corrigiendo hábitos de consumo y dando valor a actos como separar los residuos para después reciclarlos.
