Desde el descubrimiento del fuego, el ser humano se ha valido de la madera de los bosques para protegerse del frío, levantar viviendas, cocinar alimentos, construir herramientas o fabricar embarcaciones para cruzar el mar. Sí, los árboles han sido claves por muchos motivos en nuestras supervivencia como especie.
Y a pesar de ello, hoy en día, la actividad humana supone una gran amenaza para muchas zonas forestales. Amenaza que toma la forma de talas masivas y quemas incontroladas que, año tras año, reducen la masa forestal en un proceso que se conoce como deforestación.
Si quieres saber más sobre qué es la deforestación y qué significa para nuestro planeta, debes tener en cuenta que es uno de los principales problemas medioambientales a los que nos enfrentamos en la actualidad.
En este post te contamos los cambios que ha experimentado la superficie forestal, comparándolo con lo que está ocurriendo actualmente y te explicamos por qué es importante revertir el cambio.
¿Qué ha pasado a lo largo de los años?
El ser humano ha deforestado superficie forestal durante miles de años para aprovechar sus recursos naturales como alimento o material de construcción. Sin embargo, en el pasado, el ritmo de las talas y las quemas era suficientemente bajo como para permitir que los bosques se regenerasen.
De esta forma, cuando un área acababa de talarse o quemarse, otra área se había regenerado y podía volver a ser aprovechada. Este ritmo se ha acelerado durante las últimas décadas provocado por el aumento de la población mundial, que demanda alimentos y recursos naturales.
La Agencia de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura (FAO), informa de que a lo largo del siglo XX se han producido cambios muy agresivos en las zonas con mayor deforestación. La deforestación se ha ido desplazando durante el siglo XX de zonas templadas como América del Norte o Europa, a zonas tropicales que son en la actualidad las que registran una mayor superficie forestal destruida.
¿Qué consecuencias tiene la deforestación?
Selva Peruana. Foto de Conscious Design en Unsplash
El estudio “Evaluación de los recursos forestales mundiales” publicado por la FAO este año, indica que desde el año 1990 hasta la actualidad, se han perdido en todo el mundo 178 millones de hectáreas de bosque, 3 veces y media la superficie de España. Aún así, la superficie forestal representa el 31% del Planeta.
El estudio apunta a que la superficie forestal a nivel mundial se está reduciendo a un ritmo menor durante este siglo XXI. Este dato, que podría considerarse positivo, no lo es tanto si pensamos que muchas áreas han sido recuperadas con especies invasoras que afectan a los ecosistemas existentes.
Informe de Evaluación de los recursos forestales mundiales (FAO, 2020).
Actualmente, el continente que registra la mayor tasa de pérdida de bosques es África, seguida de América del Sur. En el lado contrario se encuentra el continente asiático, que, en el período 2010-2020 registró un aumento de su superficie forestal de 1,2 millones de hectáreas.
Un aspecto positivo recogido en el Informe es el aumento de la superficie forestal protegida desde el año 1990 hasta la actualidad, un total de 191 millones de hectáreas protegidas en 2020.
Informe de Evaluación de los recursos forestales mundiales (FAO, 2020)
Principales causas de la deforestación
A la ya mencionada búsqueda de recursos naturales asociada al incremento de la población mundial, hay que añadir otros intereses como son la búsqueda de maderas “preciosas” protegidas o la producción del polémico aceite de palma, usado en la elaboración de cientos de productos y biocombustibles.
Esta depredación a la que son sometidos bosques y selva amazónica de América Latina y otras zonas de bosque tropical afecta a millones de especies, provocando multitud de incendios forestales, incrementando la emisión de gases de efecto invernadero y siendo un factor directo para el calentamiento global. La deforestación afecta también a pueblos indígenas que viven en estas áreas y que son obligados a desplazarse de manera forzada.
¿Por qué es importante evitar la deforestación?
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Los bosques desarrollan funciones clave para los ecosistemas y para muchas poblaciones rurales y grupos indígenas, además de ser fuente de alimentos y otras materias primas. Por esta razón su pérdida, sea de la magnitud que sea, tiene consecuencias tanto a nivel medio ambiental como social y económico.
En este sentido, el informe del año 2019 del Panel Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), indica que, actualmente, un millón de especies están en peligro de extinción, la cifra más alta registrada hasta el momento, debido en gran parte a la pérdida de biodiversidad de sus hábitat como consecuencia de la deforestación. Además, la deforestación afecta también a los suelos, provocando erosión, aumentando su exposición a los fenómenos meteorológicos y, como consecuencia, volviéndolos infértiles en el ciclo del agua.
Por último, es necesario tener en cuenta que los bosques son claves en la lucha contra el cambio climático, dada su capacidad para fijar dióxido de carbono CO2 del aire. Los árboles almacenan gran cantidad de CO2 durante todo el proceso de crecimiento, de forma que evitar las quemas supone también evitar la liberación a la atmósfera de una gran cantidad de este gas, principal responsable del efecto invernadero.
¿Qué te parecen estas causas de las deforestación en nuestro planeta? ¿Qué consideras que podemos aportar para comenzar una gestión sostenible de nuestros recursos? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
