Según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo a nivel mundial creció un 7% durante el último año, superando los 1.300 millones de viajeros en todo el mundo. O lo que es lo mismo, prácticamente tantas personas como habitantes hay en China o La India, los dos países más poblados del mundo.
Si hablamos de España, cabe destacar que el sector turístico español cerró el año 2017 con cifras nunca antes alcanzadas: 82 millones de viajeros internacionales visitaron nuestro país, lo que situaría a España como la segunda potencia turística mundial, por debajo de Francia y superando por primera vez a Estados Unidos.
La importancia del turismo como motor económico a nivel mundial es indudable y todo apunta a que seguirá creciendo, a medida que países en vías de desarrollo incrementen su clase media ¿Pero sabemos cuál es su coste ambiental?
Un informe publicado recientemente en la revista Nature Climate Change ha analizado la huella de carbono del turismo y los resultados son sorprendentes: el turismo global produce el 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta, cuatro veces más de lo que se esperaba. O lo que es lo mismo, si el turismo fuera un país, sería el tercer mayor contaminante del mundo después de China y Estados Unidos.
El estudio, llevado a cabo por un equipo internacional de científicos, contabiliza la huella ecológica de viajeros de más de 160 países, analizando todo el “ciclo de vida” de un paquete turístico, incluyendo transporte, tanto de ida como de vuelta, asistencia a eventos, alojamiento, comida y todo tipo de productos y servicios que pueden comprarse, como souvenirs o actividades deportivas. Los desplazamientos aéreos, sobre todo los vuelos intercontinentales, son el foco de emisiones más destacado.
Por otro lado, el turismo es importante para el desarrollo local. Son muchos los países en vías de desarrollo que basan gran parte de su economía en este sector, como pueden ser Tailandia o Brasil. La Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (OMT o UNWTO) afirma que el turismo es necesario para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los que se incluyen eliminar la pobreza (objetivo 1) y asegurar la sostenibilidad ambiental (objetivo 15).
Turismo y sostenibilidad
La Organización Mundial del Turismo define turismo sostenible como el que tiene en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas.
Aprovechando que 2017 fue declarado año internacional del turismo sostenible, la OMT publicó una serie de recomendaciones para hacer que los viajes sean más satisfactorios para turistas y población local. Siguiendo esta línea, el pasado mes de septiembre la UNESCO lanzó la plataforma Viajes del Patrimonio Mundial para promover ejemplos de turismo sostenible.
Granja de Java, Indonesia. Foto de belajatiraihanfahrizi vía Pixabay (cc)
Ahora que se avecinan varios días festivos y vacaciones en las que muchos aprovechan para viajar, os dejamos las claves para practicar un turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente y la población local.
Valora a tus anfitriones y nuestro patrimonio común
Investiga sobre el destino para conocer sus costumbres, tradiciones y condiciones de vida. Aprende algunas palabras en el idioma autóctono, como muestra de respeto y para establecer un contacto más significativo con las comunidades locales. Pide siempre permiso antes de fotografiar a alguien, ya que su intimidad es tan importante como la tuya.
Alpes italianos. Foto de 12019 vía Pixabay (cc)
Protege nuestro planeta
Reduce tu impacto ambiental cuidando la naturaleza, especialmente los bosques y los humedales. Respeta la vida silvestre y su hábitat. Compra productos que no utilicen plantas o animales en riesgo de extinción. No te aventures fuera de las zonas permitidas en las áreas protegidas. Minimiza tu consumo de agua y energía siempre que sea posible. Deja una huella mínima pero una gran impresión.
Lanzarote. Foto de HNBS vía Pixabay (cc)
Apoya la economía local
Compra artesanía de la zona y paga el precio justo, respetando los medios de vida de los vendedores. No compres productos falsificados o prohibidos por las normativas nacionales o internacionales. Viaja con guías locales que conozcan bien la zona.
Infórmate bien
Toma las precauciones sanitarias antes y durante el viaje, informándote de cómo puedes recibir asistencia médica en caso de emergencia. Haz las averiguaciones precisas antes de participar en actividades de voluntariado. Elige operadores turísticos que tengan políticas medioambientales y proyectos para el desarrollo de las comunidades locales, de esta manera fomentarás el turismo y el desarrollo sostenible.
Mercado de especias. Foto de Tama66 vía Pixabay (cc)
Sé un viajero responsable
Cumple las leyes y normas. Respeta los derechos humanos y protege a los niños de la explotación. Apoya proyectos comunitarios en vez de dar limosnas. Nunca lleves fragmentos de bienes culturales o naturales protegidos como recuerdo de tu viaje. A tu regreso, haz crónicas honestas y difunde tus experiencias positivas.
Y tú, ¿qué haces para que tus viajes sean más sostenibles y responsables?