¿Te interesa reducir en un 40% tu factura eléctrica y ser más respetuoso con el medio ambiente? Entonces te interesa el autoconsumo energético. En este artículo te explicamos qué es y cómo conseguirlo, a pesar de las dificultades que puedan aparecer.
Qué es el autoconsumo energético
El autoconsumo energético consiste en instalar un sistema de energía renovable habitualmente placas solares, aunque no es la única opción para producir y consumir nuestra propia electricidad.
Algunos expertos señalan que los consumidores se convierten así en “prosumidores”, ya que producen y consumen energía.
Las ventajas ambientales y económicas son claras: se reduce el gasto y la dependencia del petróleo, el gas y el carbón, y se ahorra dinero en la factura eléctrica.
Dependiendo de la instalación, se puede llegar a ser 100% autosuficiente energéticamente, normalmente en viviendas aisladas, o seguir conectados a la distribuidora eléctrica convencional, vertiendo a la red nuestra producción solar para que dicha empresa nos lo compense con una reducción económica en la factura.
Un sistema de autoconsumo energético es siempre una buena idea, aunque ahora tal vez más.
Los precios de la electricidad son cada vez más caros, la tecnología solar fotovoltaica es cada vez más eficiente y
económica (en los últimos 5 años se ha abaratado en un 80%) y las ayudas son cada vez mayores (especialmente las provenientes de los fondos europeos Next Generation, que impulsan económicamente estas energías, o por la reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles, IBI, que aplican muchos ayuntamientos).
Si se vive en una zona soleada mejor, pero incluso en sitios menos luminosos merece la pena. Lo tienen claro por ejemplo en Alemania, donde hay más instalaciones solares de autoconsumo que en España, y notan también el ahorro. Este vídeo del Instituto para la Diversificación del Ahorro de la Energía (IDAE) explica las bases y los beneficios del autoconsumo energético:
Cómo conseguir ser autoconsumidores de energía renovable
El Real Decreto (RD) 244/2019, publicado en dicho año, facilita las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo en España en comparación con la situación anterior. Gracias a este RD se simplifican los trámites y se posibilita que el ahorro económico pueda ser mayor. El IDAE, la institución dependiente del Gobierno que lo gestiona, publicaba una “Guía práctica para convertirse en autoconsumidor en 5 pasos”.
Lo más práctico es contactar con las instituciones que gestionan estas instalaciones, como la citada IDAE o las similares en las comunidades autónomas donde residamos, para solventar todas las dudas iniciales, así como con varias empresas instaladoras solares para que nos hagan un presupuesto. En función de la instalación necesaria, las ayudas que se consigan, y el ahorro en la factura eléctrica – estimado en un 40% – la inversión inicial se amortiza entre cuatro y ocho años.
Teniendo en cuenta que la vida útil de estos sistemas solares es de unos 30 años, las ventajas económicas saltan a la vista. En este sentido, aunque no hay datos oficiales, los expertos del sector reconocen un gran crecimiento en las instalaciones de autoconsumo solar en casas individuales.
Autoconsumo energético colectivo: difícil pero no imposible
El RD también promueve el autoconsumo colectivo, para que se pueda compartir una instalación renovable en comunidades de vecinos de un bloque de pisos, edificios e instalaciones públicas que se encuentren próximas entre sí, comercios de un centro comercial, empresas de un polígono industrial, hospitales, universidades…
En definitiva, son los edificios que más se pueden beneficiar de las ventajas del autoconsumo solar: Se estima que más del 60% de la población en España vive en bloques de pisos. Sin embargo, quienes han intentado esta vía se quejan de la lentitud del proceso, como lo reflejaba un reciente reportaje publicado en la revista Ballena Blanca.
Primero los vecinos tienen que ponerse de acuerdo para aportar la inversión necesaria y realizar el proceso de la instalación.
Posteriormente hay que encontrar una empresa instaladora dispuesta a llevarlo a cabo. Una vez ya colocado el sistema de autoconsumo, la empresa distribuidora de electricidad tiene que conectarlo a la red. Así, hasta que los usuarios de la instalación empiezan a recibir la compensación por la electricidad que se inyecta a la red puede pasar mucho tiempo. A pesar de las dificultades, cada vez más comunidades se animan a dar el salto al autoconsumo solar.
Como subrayaba en Ballena Blanca Laura Feijoo, responsable de Ecooo una instaladora madrileña que ha realizado estos montajes solares colectivos, es clave el “vecino motivado”, que conozca cómo funciona todo, convenza a sus vecinos e impulse la tramitación del proceso. Asimismo, Feijoo cree que con el paso del tiempo todo será más fluido, como ha ocurrido con las instalaciones individuales.
¿Has instalado un sistema de autoconsumo energético individual o colectivo? ¿Lo estás intentando? ¡Cuéntanos tu experiencia!
