En abril, aguas mil, un refrán que parece perder sentido a consecuencia del cambio climático.
Los patrones meteorológicos y climáticos están cambiando. Ya no hay ninguna duda. Desde hace años los científicos de todo el mundo están alertando de cambios atmosféricos que traen situaciones meteorológicas más adversas, con fenómenos extremos como huracanes, tornados o tifones más intensos.
Las temperaturas medias no dejan de aumentar y todos hemos notado directamente en nuestra piel cómo los veranos se han vuelto prácticamente insoportables, tanto por el día, como también por las noches.
Además de esos fenómenos adversos, el cambio de las condiciones climáticas en muchas zonas del planeta ya está poniendo contra las cuerdas sus propios ecosistemas, su agricultura o incluso sus sociedades.
Siempre se suelen poner como ejemplos los países subdesarrollados, y lo cierto es que su vulnerabilidad hace que sean los más afectados, pero no olvidemos que en todo el planeta se pueden sufrir fenómenos extremos.
Nuestro clima está cambiando
El clima general de nuestro país, en el pasado, nos solía dejar primaveras lluviosas que regaban los campos y reverdecían el paisaje. En muchas zonas la primavera era la estación más lluviosa, y de ahí que uno de sus meses emblemáticos nos dejara ese famoso refrán de “en abril, aguas mil”.
En las últimas décadas se ha constatado con datos homologados, como el verano se ha alargado tanto por delante, como por detrás, comiéndose al otoño, pero también, y especialmente, a la primavera.
Las altas temperaturas llegan cada vez antes y eso hace que la época de lluvias también merme para dar paso a días tórridos, soleados y secos.
La primavera que estamos viviendo en este año 2023 ha comenzado de la peor forma posible; sin lluvias y con temperaturas anormalmente altas para la época del año. Estamos ante una nueva realidad climática.
Ya no se trata sólo de ausencia de lluvias, también venimos de un invierno seco, sin apenas nieve en las cumbres y las temperaturas secan los campos a una gran velocidad. Ya muchos de ellos lucen con colores de junio o julio, sin que apenas nos cereales hayan llegado a crecer.
Más calor y menos lluvias
Las rachas secas son cada vez más normales en nuestro clima mediterráneo. Encadenamos cada vez períodos de tiempo más largos e intensos sin lluvias y eso lleva a que el problema de la sequía sobrevuele siempre sobre nosotros.
Es cierto que la sequía no es un fenómeno nuevo, pues siempre ha existido, lo que pasa es que mientras antes la teníamos cada cierto número de años, ahora es la música de fondo.
La Organización Meteorológica Mundial acaba de publicar un informe que claramente muestra cómo las sequías, inundaciones y olas de calor afectaron a comunidades en todos los continentes y costaron miles de millones de dólares.
El hielo marino antártico cayó a su punto más bajo registrado y el derretimiento de algunos glaciares europeos estuvo, literalmente, fuera de serie.
El Estado del Clima Global 2022 muestra los cambios a escala planetaria en la tierra, en el océano y en la atmósfera causados por niveles récord de gases de efecto invernadero que atrapan el calor y nos están metiendo un cambio climático cada vez más irreversible. “Para la temperatura global, los años 2015-2022 fueron los ocho años más cálidos registrados”.
El programa europeo Copernicus también ha alertado «cambios alarmantes» en el clima. Según sus últimos datos publicados 2022 fue el segundo año más cálido jamás registrado en el viejo continente, con una temperatura 2,2ºC por encima de la era preindustrial (1850-1900) y 0,9ºC por encima del periodo de referencia 1991-2020.
Para muchos países del suroeste de Europa se convirtió incluso en el año más caluroso desde que hay registros. Además, fue un año especialmente seco en todo el continente y especialmente cálido en sus mares, pues algunas zonas marinas alcanzaron valores nunca antes registrados.
Esta es nuestra nueva realidad climática, y parece que de no hacer nada, seguiremos avanzando hacia ella a gran velocidad. Esperemos que pronto llegue el buen tiempo, que serán las lluvias, las nieves y el frío.
