En artículos anteriores hablamos del Earth Overshoot Day, la fecha en la que los habitantes del planeta consumimos todos los recursos naturales disponibles para el año en curso. Fecha que, lamentablemente, cada vez es más temprano. De hecho, se estima que si seguimos el ritmo de consumo actual, en 2050 serán necesarios casi 3 planetas para satisfacer las necesidades de la población mundial.
Sin duda, esto debe ayudarnos a reflexionar y, sobre todo, pasar a la acción. Aunque pensemos que no, nuestro día a día está plagado de actividades que contaminan y a las que podemos poner fin de forma sencilla. Dice el refrán que “grano no hace granero pero ayuda al compañero”, así que en este post te vamos a explicar cómo aportar tu granito de arena evitando acciones que contaminan el medio ambiente.
Agua que no has de beber, NO la dejes correr
Imagen de ONNE Beauty en Unsplash
La mayor parte de nosotros empezamos el día con una ducha caliente. Pero, muchas veces, nuestro calentador no es tan rápido como nos gustaría por lo que dejamos correr el agua hasta que alcanza una temperatura óptima. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, una ducha de 10 minutos consume 200 litros de agua, la cantidad media que bebe una persona en 100 días, por lo que ese simple gesto puede desperdiciar litros y litros.
Así que, mientras en nuestros hogares no se popularicen sistemas de recuperación o recirculación del agua, podemos poner un cubo debajo del teléfono de la ducha mientras el agua se calienta y reutilizar ese agua para regar las plantas o para fregar el suelo. Otra cosa que debemos hacer es revisar los grifos que pierden, gota a gota puedes desperdiciar hasta 50 litros de agua a la semana.
Luces y aparatos encendidos solo cuando los necesites
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Aprovechar en la medida de lo posible la luz solar, no encender luces o aparatos si no son necesarios, cambiar las bombillas tradicionales por otras de bajo de consumo y acordarnos de apagar las luces de la habitación cuando salgamos de ella es algo básico y que, quien más quien menos, tenemos bastante interiorizado.
Hay que prestar especial atención a los cada vez más abundantes aparatos eléctricos y electrónicos del hogar. Aparte de los habituales como televisores, neveras, hornos y lavadoras, la revolución digital ha llenado nuestras casas de routers, ordenadores de sobremesa y portátiles, teléfonos móviles, consolas de videojuegos y cargadores de todo tipo. Muchos de estos aparatos pueden parecer apagados pero están en modo “off”, “en espera” o “stand by”, es decir, siguen consumiendo energía. En concreto, el consumo en espera de estos dispositivos representa nada menos que entre el 10% y el 20% del consumo total de un hogar europeo.
Algunos trucos que puedes hacer para evitar este gasto inútil que perjudica al medioambiente son comprar regletas con botón de encendido, de forma que puedas desenchufar por completo varios dispositivos al mismo tiempo o evitar dejar los cargadores enchufados o el móvil cargando por la noche, ya que consumen energía más tiempo del necesario. El medioambiente y tu bolsillo te lo agradecerán.
Cocina contra el cambio climático
Imagen de Clem Onojeghuo en Unsplash
Consumiendo de forma responsable, evitando los alimentos sobreenvasados y reduciendo los alimentos que tiramos a la basura, prácticamente uno de cada tres de los producidos en el mundo, según datos de la FAO. Desperdiciar alimentos es una actividad contaminante demasiado común en nuestros hogares: los alimentos desperdiciados son residuos orgánicos, causantes del 11% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
A nivel energético, la cocina es un buen campo de batalla para reducir nuestro impacto ecológico. Trucos como usar ollas a presión, que cocinan más rápido que las convencionales por lo que demandan menos energía, y sartenes con fondo plano y diámetro superior al del hornillo de la cocina para reducir el tiempo de cocción y aprovechar al máximo la energía consumida.
Y, por supuesto, separa y recicla todos los residuos que produzcas. Recuerda, el vidrio al iglú verde.
En el transporte, mejor acompañado que solo
Imagen de Angelo Pantazis en Unsplash
El transporte figura a la cabeza de la lista de las actividades humanas que contaminan el medio ambiente. La polución en las grandes ciudades proviene en gran medida de los coches, que muchas veces transportan solo al conductor. Utiliza el transporte público o comparte coche con tus compañeros para cuidar el medio ambiente. Si puedes caminar, desplazarte en bicicleta o en otro medio sin emisiones, mejor que mejor.
Para distancias grandes, evita si es posible el avión, el medio de transporte más contaminante. Según un estudio de la Agencia Europea del Medio Ambiente, el avión emite 285 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro frente a los 14 del tren.
Como ves, nuestro día a día está plagado de acciones que contaminan el medioambiente, muchas de ellas desconocidas o de difícil solución, pero algunas fácilmente prescindibles si prestamos un poco de atención. Si conoces algún truco nos encantaría que lo compartieras en los comentarios de este artículo.
Buenas tardes, yo tengo un pequeño truco que creo que me ayuda a economizar el consumo de agua, el ahorro imagino que será mínimo, pero algo es más que nada. Consiste en lo siguiente: cuando friego los utensilios de cocina (platos, vasos, cubiertos, sártenes, etc…) intento fregar primero tantas cosas como sea posible y las voy depositando en el fregadero. Cuando ya está bastante lleno, comienzo a enjuagar, de modo que el propio chorro de agua que empleo para enjuagar lo que tengo entre manos también está enjuagando todo lo que hay en el fregadero (sin llenar el fregadero de agua). Así, el resto de utensilios, con darles un ligero enjuague posteriormente, quedan libres de jabón.
Sorprendente post. Gracias por compartirlo…Espero màs…
Saludos